ImageDificilmente uno se guarda para sí una alegría que lleva dentro de su corazón.

En ese sentido, el apóstol Juan en su 1ª carta dice: "La vida que estaba junto al Padre se ha hecho visible, y la hemos visto y oído y somos testigos de ella. Ahora os la anunciamos… para que nuestra alegría común sea completa".

Y, desde una parecida experiencia hoy se transmite ese mismo gozo de "ver" y "oír" al Señor. Cada generación puede descubrir la belleza y el gozo de creer.

¿Cómo pueden nuestros niños/as y nuestros jóvenes encontrar práctica y existencialmente este camino de salvación y de alegría?

A toda la Iglesia: Obispos, sacerdotes, catequistas. educadores, y muy especialmente a las familias cristianas les corresponde el privilegio de ser anunciadores y transmisores de la fe, de la experiencia gozosa de haber encontrado al Señor.

Esta tarea resulta hoy especialmente dificil por varias razones, pero precisamente por esto es aún más importante y sumamente urgente.

Entre las dificultades para transmitir hoy, en nuestro ambiente, la Verdad y la alegría de la fe, podríamos señalar dos fundamentales, que indica, el Papa Benedicto XVI:

La primera: el agnosticismo, que brota de la reducción de la inteligencia humana a simple razón calculadora y funcional, y que tiende a ahogar el sentido religioso inscrito en lo más íntimo de nuestra naturaleza.

La segunda es el proceso de relativismo (el negar verdades absolutas y dejar la Verdad al capricho de cada uno), destruyendo los vínculos más sagrados y los afectos más dignos del hombre, y como consecuencia haciendo frágiles a las personas, y precarias e inestables nuestras relaciones recíprocas.

Empezamos un nuevo curso escolar y lo hacemos no desde la rutina ("otro año más"); no desde la desilusión ("no se puede hacer nada"), sino desde la .fuerza ilusionante y esperanzadora del Espíritu de Dios, siempre nuevo y renovador, que habita en la comunidad cristiana, en los educadores, padres y madres y en los mismos jóvenes que entre sí, con su hablar y actuar, también son “educadores” de los demás.