Image Queremos con este escrito, hacer participes a todos los almodovenses de un proyecto que está llevando a cabo con mucha ilusión nuestro paisano Francisco Espinosa Ferrando.

    Es un invento de Francisco que puede que, en años posteriores, revolucione el mundo de los instrumentos de música. En principio se trataba de la fabricación de boquillas para instrumentos de viento, en madera de raíz de brezo. Pero con los experimentos que se están llevando a cabo, se ha visto que también se puede fabricar, en algunos casos, el instrumento completo como es el caso de las flautas.

    Le pedimos a Francisco que nos explicase como surgió la idea, nos habló del proyecto y nos contó lo siguiente:

    Es  muy difícil poder hablar con brevedad de un proyecto que acaba de empezar y que tiene tanto camino por recorrer, tampoco es sencillo explicar como apareció la idea y cómo de esa idea  llegó a los primeros resultados. En realidad todo empezó como un sueño de un niño  y poco a poco llegó a lo que ya hoy es un a realidad.

    Tal vez la responsable de que toda esta idea saliera adelante es mi hija Esther y su insistencia, pues ya, antes de 2005, estaba empeñada en que mi amigo Mimmo le hiciera un clarinete de la madera en la que trabajo desde hace mucho tiempo, en realidad la exportación de la misma es una actividad familiar que comenzó cuando mi padre era joven y yo no había nacido.

    Esta insistencia llegó al máximo el año 2005 en el curso de verano “Jacinto Guerrero”, que celebramos todos los años en Almodóvar. En una comida con los profesores de saxo y clarinete, mi niña, cómo no, le pidió a su profesora que intercediera para que su padre le hiciera caso. Hasta aquí todo como siempre, pero en esa comida comenzó una conversación que fue el detonante de los acontecimientos que han hecho que un grupo de personas hayamos trabajado más de dos años para llegar a lo que más adelante se indicará.

    La pregunta era simple, ¿cómo era posible que un clarinete se valorara por la construcción perfecta en una madera perfecta  y la boquilla fuera de plástico? La respuesta fue que la madera se estropeaba con la saliva, le afectaba la humedad, los cambios de temperatura  y por eso se dejó de fabricar para dar paso al plástico, bueno a una mezcla de caucho y azufre.

    A esta respuesta contesté con otra pregunta ¿Que ocurriría si tuviera una madera que soportara más de 300 grados, no le afectará el frío ni el calor ni la afectará la saliva? La respuesta unánime fue: no existe, de lo contrario ya estaría fabricándose con ella.

    Y de todo esto nació la idea de hacer la primera boquilla.

    Esta versión resumida de cómo nació la idea es sólo el principio de un duro trabajo con sus sinsabores y grandes alegrías que nos han llevado de una boquilla inicial a la construcción de instrumentos completos, traversos y flautas, el clarinete que ya está en proyecto y partes de él como  la campana boquilla y barrilete que ya están en fase final.

    También hemos investigado en instrumentos de viento, metal con resultados extraordinarios, y esto es solo el principio.

    ¿Qué aporta este descubrimiento? No quiero hablar de mi creación y por ello aporto dos cosas que escribió Juan Carlos Navas Profesor del Conservatorio de Alcázar de San Juan y Campo de  Criptana:

    El ideal del sonido ha sido siempre fuente de inspiración musical. Ahora y después de creerse que todo estaba inventado, la madre naturaleza nos tenía guardado celosamente una dote entre estética y sonido, madre y viento, belleza y estilo.

    Todo ello encerrado en la posibilidad estética más apreciada y conjuntada que en este momento se acopla a un saxofón para evocar un sonido bello entre los bellos, con un comportamiento afable y misterioso a la par que potente y evocador.

    La boquilla de raíz de brezo nos muestra un sonido limpio y recogido, apto para todos los estilos, clásico, jazz y contemporáneo entre otros. La proyección del sonido se ajusta perfectamente a una dimensión categórica de interpretación de concierto como solista o en grupo, fusionando la perfección con otros instrumentos de viento-madera. Serenidad ante todo, pero no exenta de una enorme fuerza de proyección.

    A todo esto y, por primera vez en la historia del Saxofón, la interpretación se realizará a la carta, con un abanico de posibilidades acordes con la curación de la misma madera y que posibilitarán la interpretación al gusto del instrumentista.

    Cada boquilla encerrará una forma artesanal y única de compromiso con el saxofonista, compromiso que se convertirá en propio a través del gusto musical de éste y la seducción de formas que la propia raíz nos muestre, diseño natural.

    Distintos acabados posibilitan una forma múltiple de puesta en escena, posicionamiento de la raíz, encerado y barniz determinarán esa sonoridad envolvente; un gran paso en la sonoridad del saxofón.

    Francisco nos sigue contando:

    La primera prueba fue muy dura, hubo que hacer diabluras para que sonara algo de esa boquilla rústica,  pero salió de ella lo suficiente para que se viera que además de la resistencia tenía unas cualidades sonoras importantes y diferentes.

    Las siguientes pruebas ya hicieron que el producto fuera tomando forma y su sonoridad se pusiera de manifiesto. A renglón seguido hice la solicitud de Patente Internacional según el PCT y me adjudicaron la prioridad PCT ES 2005/000562. Ya teníamos el trabajo protegido en todo el mundo ya sólo era hora de seguir trabajando.

    Los estudios de ondas nos dejaron asombrados, lo que demuestra que el invento puede dar muy buenos resultados.

    A continuación nuestro amigo Francisco nos habla del futuro del proyecto y de las personas implicadas en que esto llega a buen fin.

    Este proyecto comenzó en Almodóvar en 2005, y podemos decir que, para llevarlo a término, cuenta con la colaboración internacional de varias personas.

    Básicamente la producción de la materia prima y la dirección del proyecto así como la propiedad de la patente me pertenece a mí.

    El corte selección y proceso de secado corresponde a una pequeña empresa italiana. Hasta este verano la construcción de pieza se hacía en Milán, pero ahora el diseño y construcción se hace en nuestro pueblo, el terminado final, encerado etc. se hace en Taggia, las pruebas por profesionales y sus estudios en nuestra provincia.

    También es interesante una línea de colaboración que hemos abierto de forma experimental en los conservatorios de Ciudad Real, Puertollano y  Alcázar de San Juan, Campo de  Criptana así como en la Escuela Municipal de Música de Miguelturra, en este caso para no profesionales, en los que a partir del próximo año dispondrán de algunas  unidades  de las especialidades que nos soliciten para abrir una líneas de investigación en nuestra tierra de algo que hasta su comercialización no tendrá ningún otro conservatorio ni Escuela de fuera de Castilla la Mancha  por decisión mía.

    Creo que es suficiente para en una primera introducción tener un poco de idea  de lo que fue el inicio del proyecto.

    Las fotografías hablan por si solas, y las ondas también.

    ¿Cuál será el futuro? Eso siempre está por ver, lo que es una realidad es que algo se mueve en el mundo de la música, y nosotros estamos ahí. Tenemos sonoridad, características físicas importantes y un producto absolutamente natural.

    Para lo que queráis, si consideráis que el tema es interesante estoy a vuestra disposición.

    He aquí un resumen de todo el invento que esta llevando a cabo Francisco Espinosa Ferrando.

    Yo creo que es un tema muy interesante y que puede que influya en la fabricación de instrumentos.

    Lo que sea ya se verá.

    Pero creo que debemos de felicitar a Francisco por el trabajo que esta realizando con mucha ilusión.

    Puede ser que algún día el nombre de Almodóvar se haga famoso en el mundo de la música por este invento.

¡¡PACO TE FELICITAMOS Y TE DESEAMOS SUERTE ¡!