La Madre Teresa con un bebé«Confiamos en la intercesión de la Beata Madre Teresa»
    
Sor Nirmala Joshi, la sucesora de la Madre Teresa, hace un llamamiento, a través del diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, a la paz entre los creyentes de diferentes religiones.

Es su respuesta  a los ataques contra los cristianos, que han dejado decenas de muertos, miles de desplazados y centenares de ataques contra obras de la Iglesia, de los que apenas ha informado la prensa en Occidente.

Una nueva oleada de violencia anticristiana está sacudiendo la India.

También algunas de sus hermanas Misioneras de la Caridad han sido agredidas y ha sido destruida una casa de acogida para ancianos, de los hermanos Misioneros de la Caridad.¿Cuál es su reflexión ante estas brutalidades?
    
R.- Gracias a las manos protectoras de Dios, nuestro Padre amoroso, nuestras Hermanas han sido sólo heridas levemente, cuando las apedrearon. Fueron inmediatamente socorridas por las personas presentes y puestas bajo la protección de la policía. Ahora están bien y han vuelto a servir a nuestros pobres. La casa de los Hermanos ha sufrido daños, pero no nuestros pobres.

¿Qué reflexiones se pueden hacer? ¿Cuáles han sido las razones de la violencia? ¿No es éste el destino de los discípulos de Cristo? ¿No decía acaso Jesús: Un siervo no es más grande que su Señor. Si me han perseguido a Mí, también os perseguirán a vosotros?

Usted ha nacido en una familia de bramanes, la casta más alta del mundo hindú. ¿Cómo ve, como conversa, esta oleada de violencia causada por la intolerancia religiosa?

El amor es la esencia de cada religión, el amor a Dios y al prójimo. La violencia por causa de la religión es un abuso.

La Madre Teresa y Juan Pablo IIEl Santo Padre ha invitado a los líderes religiosos y a las autoridades civiles a trabajar juntos para restablecer, entre los miembros de las diferentes comunidades, una convivencia pacífica.
¿Es posible?

¿Por qué no? El  deseo  de  amor  y  la  fuerza  del amor están presentes en el corazón de cada hombre creado a imagen de Dios. El hombre está destinado a una vida eterna de amor.

En marzo de 1997, cuando fue nombrada Superiora General de las Misioneras de la Caridad, muchos periódicos escribieron que sus orígenes hinduistas podrían contribuir a reducir las diferencias entre el hinduismo y el cristianismo. ¿Es cierta esta afirmación?
     
La paz y la  unidad entre los pueblos de diversas religiones no dependen de si se ha  nacido o no  en una religión, sino  del amor al prójimo y del respecto a su religión.

Nuestro humilde servicio de amor hacia los más pobres entre los pobres es una prueba maravillosa de paz y de unidad entre los pueblos de todas las razas y religiones.

Éste es el motivo por el que nuestra Madre respetaba con pleno convencimiento que las obras de amor son obras de paz.

La Madre Teresa rodeada de niñosEn el decimoprimero aniversario de la muerte de la Madre Teresa, ¿cómo recuerda, en estos momentos difíciles para la nación, a la Madre Teresa que daba tanto amor?
   
La Madre, que  amaba  tanto la India, es seguramente consciente del momento de dificultad de nuestro país. Ella dijo: «Cuando esté en el Paraíso, estaré preparada para ayudaros más y mejor».

Con la confianza  que tenemos  en  sus palabras  y en su amor al pueblo de la India, pedimos su intercesión por la paz en los corazones y en las casas de cada indio, especialmente para aquellos que sufren, para los que con coraje aceptan el dolor y el sufrimiento.

Rezamos  para  que  con  amor y  generosidad se consiga superar el mal con el bien, como  dignos  hijos de Dios.

Amémonos los unos a los otros como Dios nos ama a cada uno de nosotros.

¿Quiere hacer algún llamamiento?

Sí, quiero repetir lo que ya dije el pasado 28 de agosto: Queridos hermanos y hermanas de Orissa y de toda la India: no olvidemos nuestra verdadera identidad, en cuanto hijos amados de Dios, nuestro Padre.

Somos todos hermanos y hermanas, independientemente de nuestra religión, raza, cultura o lengua, independientemente de si somos ricos o pobres. Nada debe dividirnos. Sobre todo, no hagamos que la religión pueda dividirnos.

La esencia de cada  religión  es  el amor de  Dios  y  el amor al prójimo. La violencia en nombre de la religión es un abuso.

Recemos para que descansen en paz todos los hermanos y hermanas que han muerto en esta oleada de violencia.

Recemos por nosotros y pidamos a la Madre, la Beata Teresa de Calcuta, que  interceda  por nosotros, para que  así  lleguemos  a ser intérpretes  de  la  paz, del amor y de  la alegría  de  Dios y  podamos construir la civilización del amor.
   
    Que Dios os bendiga.

                       
                           Pina Cataldo
                           en Avvenire
                     
                    Traducción: María Pazos

            (De la Revista “Alfa y Omega 18-9- 2008)