Bricolaje del corazónSe acerca el nacimiento del niño Dios y no puedes, un año más, quedarte de brazos cruzados… Estas navidades, Dios, descansará, dormirá, soñará, llorará, jugará y, lo que es más importante, nacerá, si tú lo deseas, en tu cuna-corazón… Ha llegado el momento de ponerse «el mono de trabajo» y preparar, como sólo El se merece, su venida. Y no hace falta ser «un manitas», simplemente es necesario tener las herramientas adecuadas: un juego completo de sonrisas y sobre todo muchas ganas y una enorme ilusión. ¿Preparado?… Pues toma buena nota de las diferentes actividades para construir la cuna-corazón del niño Jesús:

 

1.- Albañilería. Empieza tu obra maestra por los cimientos. No escatimes en tiempo ni en esfuerzo. Tiene que ser un corazón fuerte, resistente, que no se venga abajo ante la primera dificultad.

2.- Fontanería. Limpia las tuberías que van directamente al corazón y que no dejan pasar el torrente de amor, de inocencia y de fraternidad que el niño Jesús trae consigo. Sanea tu corazón para que estas navidades fluya la alegría y pueda llegar a tus hermanos.

3. Electricidad. Cómo vas a dejar que Jesús nazca en un corazón a oscuras. Enciende la luz de la fe, de la esperanza, del amor, del perdón… Ah, y si saltan los fusibles de tu corazón, no te alarmes… ¡Será una excelente señal!

4. Cerrajería. Deshazte de todas las cerraduras, de todos los prejuicios, de todas las dudas. Este año… ¡Sí! En este año el niño Jesús nacerá en tu corazón si eres capaz de dejar la puerta abierta… Y no te preocupes, el frío que pueda entrar quedará contrarrestado por el calor humano de tus hermanos que acudirán (si tú les dejas) a la gran cita.

5. Carpintería. Amigo, si te tocara la lotería…, ¿llenarías tu hogar de muebles viejos? Pues te comunico una gran noticia: Te ha tocado, y sin echar, la primitiva, la quiniela y el cuponazo. Haz el favor de llevar al punto verde tanto cachivache apolillado con los que tan a menudo recibes a tus hermanos… ¡El niño Dios se merece lo mejor!

6. Cristalería. Tu cuna-corazón está repleto de espejos… Hazlos añicos, no seas supersticioso, no vas a tener mala suerte, todo lo contrario, si los sustituyes por grandes ventanales, dejarás de preocuparte tanto por ti mismo y verás en vivo y en directo cómo Jesús alegra y embellece tu vida y la de tu gente.

7. Jardinería. Siembra en tu corazón la semilla de la Palabra de Dios y no olvides regarla todos los días. Y no te obsesiones por los frutos… Llegarán, te lo aseguro.

8. Pintura. Ya, ya se que no es lo tuyo. Tú, simplemente, consigue todos los colores, los que te gustan y aquellos que no te caen, a la vista y al corazón, nada bien…. El niño Jesús los mezclará en perfecta armonía y hará de tu corazón una obra de arte.

9. Manualidades. ¿Se te han olvidado ya las hermosas pajaritas de papel que hacías de niño? ¿O esos barcos y aviones con los que te pasabas horas y horas jugando en la terraza?… Vuelve a practicar, el niño de Belén necesita de tus juegos… Te cuento un truco para que te sea más fácil: ¡Deja salir al niño que llevas dentro!

10. Decoración. Ya sólo te queda decorar el lugar donde va a nacer Jesús. Por favor, no acudas a ningún profesional. Pide a tus amigos que sonrían, sobre todo a aquellos que están pasando una mala temporada y a los que, por algún motivo absurdo, no les diriges la palabra desde hace tiempo e “inmortalízalos» en tu corazón… ¡Al niño Jesús, esas instantáneas le harán muy feliz!