Recogimiento InteriorEn mi reciente visita a Almodóvar a la Casa -Capilla de S. Juan Bautista, en la que tanto gozo, D. Tomás me pidió un artículo para el periódico local que él mismo edita. Y accedí gustoso. Y como hay que comenzar por algún sitio, he decidió estudiar a fondo el Tratado del Recogimiento Interior y enviar los tres primeros artículos sobre este tema.

Este es el primero.

El tema del Recogimiento Interior (RI) es común a todos los escritores místicos. Cada uno ha expresado esta realidad de distintas maneras y con distintas imágenes. Pero para todos ha sido un tema de suma importancia. Solamente apuntando algunas ideas, incluso bíblicas podemos recordar. 

1. Desolatione desolata est omnis terra, quia nemo est qui recogitet corde. “Con desolación está desolada toda la tierra, porque no hay nadie que recapacite en su corazón”.

2. Convertere ad Dominun Deum tuum. “Conviértete al Señor tu Dios”.

3. Jesús de Nazaret dice:
“El Reino de Dios, dentro de vosotros está”.
Y cuando invita a la oración añade:
“Tú cuando ores entra en tu habitación, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo escondido te recompensará. (Mt 6,6).
 
4. Y “María guardaba todas estas cosas en el corazón” (Lc, 2, 51).

5. San Agustín confiesa que había buscado a Dios en todas las criaturas, pero sólo lo encontró cuando se dio cuenta que Dios estaba dentro de él.

Y son muy hermosas y muy conocidas sus palabras: “Nos has creado para Ti, Señor, y nuestro corazón no descansará en paz, mientras no repose en Ti.

6. En la Edad Media, Abelardo aconseja a sus discípulos: “Nosce te ipsum”, conócete a ti mismo.

Recogimiento Interior7. Santa Teresa, en sus Moradas, nos invita a entrar en el Castillo interior y además nos dice:

Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia todo lo alcanza:
quien a Dios tiene
nada le falta;
sólo Dios basta.

Y Sor Marcela Lope de Vega, Trinitaria del Monasterio fundado por S. Juan Bautista, hablando de la soledad dice:

En ti le dije a mi Amado
Lo tierno que le quería,
Lo mucho que me obligaba,
Lo poco que le servía.

8. San Juan de la Cruz en su subida al Monte Carmelo va dejando todo al pie de la montaña, y a mitad del camino, hasta llegar a la cima y encontrarse con el Todo. Solo mora en ese monte la gloria y honra de Dios.

El alma llega a la cima despojada de todo. En esta desnudez halla el espíritu de quietud y descanso, porque como nada codicia, nada le impele hacia arriba y nada le oprime hacia abajo, que está en el centro de su humildad. Que cuando algo codicia en eso mismo se fatiga.

9. Y el místico S. Juan Bautista de la Concepción, acostumbrado a prescindir de todo y a usar de las cosas en tanto en cuanto le sirven para encontrarse con su Dios, no podía ser menos.

Es posible que al estudiar el tratado del Recogimiento Interior (RI), voy a intentar dar a conocer algunos de los aspectos para ayudar a conocer la doctrina del Santo Manchego sobre el R.I.

Por mi parte, voy a intentar definir o describir lo mejor posible qué entiende S. Juan Bautista por RI y el por qué escribe este tratado.

Intentaré que sea él quien hable más que yo. Y después, aclarar su idea con algunas imágenes o ejemplos con las que quiere explicar este tema tan difícil de explicar y tan fácil de experimentar para el místico.

Recogimiento Interior1- Motivo del Tratado y definición del Recogimiento interior:

El motivo se lo da un hermano de religión que le dice que “por mucho que busca apenas halla quien le diga a donde lea, qué sea esta unión secreta del alma con Dios”.

S. Juan Bautista que tiene claro para sí, que el R.I. es la unión transformante del alma con Dios, que para él es la unión perfecta, se propone casi como un reto dar respuesta a este hermano y escribe este precioso tratado, que está enmarcado en el 1º Tomo de sus obras, que consta de 241 pags. – desde la pag. 537 a la pag. 778.

Escrito posiblemente en Sevilla durante el año 1609, según el P. Juan Pujana.

Es precioso todo el tratado como bien saben los estudiosos, pero en él encontramos algunas páginas como la 589 dignas de aparecer en cualquier antología de la literatura del Siglo de Oro español.

Y partiendo de esta petición, S. Juan Bautista nos hace la primera definición- descripción del Recogimiento interior, respondiendo a ese hermano religioso:

 “A quien respondo que de la unión se puede tratar de una de tres maneras: o del camino para ella, o de los efectos que causa o produce en el alma, o de la misma o propia unión.

Todo lo que se trata de esta materia es o del camino para ella o de los efectos que en el alma deja, porque la unión propia, cuando un alma es enajenada de sí y hecha una misma cosa con Dios, con un modo admirable, divino, soberano, levantado, no se sabe qué sea ni qué pueda ser.

Y esa es la unión: una unidad y transformación de Dios en el alma y del alma en Dios, que no se sabe qué sea.

Y por el propio caso que se diga que es, porque si en la perfecta unión un alma se pierde así, se transmonta y se hace una propia cosa con Dios, como dice S. Pablo: Vivo yo, ya no yo, sino vive en mí Cristo” I, 537.

Juzgo muy importante esta definición-descripción y subrayo: “cuando un alma es enajenada de sí y hecha una misma cosa con Dios

Continuará…