Ludwig Van BeethovenBeethoven nació en Bönn el 16 de Diciembre de 1770.

Fue un niño prodigio, cuyo padre (músico de la corte) tenía la ilusión de que su hijo igualara y superara al gran Mozart.
Para ello, lo sometió a una dura disciplina llegando a conseguir de su hijo que estudiara piano, órgano, clarinete y violín, sin dejar tiempo para que su hijo se relacionara con otros niños (no iba a clase para seguir estudiando música en su casa).

El 26 de Marzo de 1778 cuando tenía siete años, Beethoven realizó su primera actuación en público en Colonia, (un dato curioso fue que su padre dijo que tenía seis años, para destacar las impresionantes cualidades de su hijo).

En 1792 se fue a vivir a Viena y allí asombró con su forma de interpretar, consiguiendo una interpretación con una sonoridad más fuerte y enérgica.

Al poco tiempo, su madre enfermó gravemente y su padre le pidió  que regresara a Bonn inmediatamente, muriéndose de tuberculosis el 17 de Julio de 1787.

Su padre empezó a beber y cayó en una depresión, llegando a ser detenido y encarcelado.
Por ello, el joven Ludwig tuvo que responsabilizarse de sus hermanos y se vio obligado a mantenerlos, tocando el violín en una orquesta y dando clases de piano hasta que su padre falleció el 18 de Diciembre de 1792.

En Viena conquistó al público y a una aristocracia amante de la música que lo admiraba, hasta que empezó a perder el oído.
Con veinticuatro años publicó su primera obra importante: tres tríos para piano, violín y violonchelo y al año siguiente, en 1795, realizó su primer concierto público en Viena como compositor interpretando sus propias obras.

En 1800, Beethoven organizó un nuevo concierto en Viena en el que realizó la presentación de su Primera Sinfonía.

Ludwig Van BeethovenBeethoven dejó de necesitar los conciertos y recitales en los salones de la corte para sobrevivir ya que los editores se disputaban sus obras; además, la aristocracia austriaca, quizás
avergonzada por la muerte de Mozart en la pobreza, acordó darle una pensión anual.

En 1817 había llegado a ser completamente sordo, pero quiso luchar contra su enfermedad, y siguió tocando el piano y dirigiendo orquestas (los músicos no le podían hacer caso y se fijaban en el primer violín).

Su último gran éxito fue la Novena Sinfonía terminada en 1823.
Murió en Viena el 27 de Marzo de 1827, celebrándose el funeral el 29 de marzo, al que acudieron más de 20.000 personas.

Algunos aspectos importantes a destacar en alguna de sus obras fueron:

“La heroica”:
Se estrenó como homenaje a Napoleón Bonaparte, y su duración fue de 50 minutos (las sinfonías de Mozart duraban más o menos 30 minutos).

“Quinta sinfonía”:
En esta obra Beethoven modificó la forma de la sonata.

“Missa solemnis” y “Novena sinfonía”:
Fueron las composiciones más sublimes que compuso.