San Juan Bautista de la Concepción, un recuerdoHa pasado desapercibido entre nosotros el IV Centenario de la Muerte de San Juan Bautista de la Concepción.

Por eso me he decidido a escribir algo para que aparezca en Internet.

Vida:

Nace el 4 de julio en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) en el año 1561. Es el quinto de los ocho hijos de Marcos García Gijón e Isabel López Rico.

Los Carmelitas Descalzos con los que Juan estará muy relacionado se establecen en Almodóvar el año 1575. Tuvo un encuentro con Santa Teresa en 1576. Conocemos las palabras que la Santa dirigió a su madre: «Su caridad, patrona, tiene aquí, entre estos ocho hijos, dos, que el uno de ellos ha de ser gran santo, patrón de muchas almas y reformador de una grandiosa cosa que se verá».

En 1581-85 cursa cuatro años de teología en Alcalá de Henares, prestigiosa universidad española en el siglo XVI. En agosto de 1599, el Papa Clemente VIII da un breve por el que erige la «Congregación de los hermanos reformados y descalzos de la Orden de la SS. Trinidad». De aquí en adelante se dedicará a su labor de Reformador y Fundador de comunidades de trinitarios descalzos.

El 14 de febrero de 1613, a las tres de la tarde, muere en el convento de Córdoba. Los que estaban en estos últimos momentos recuerdan estas palabras: «Bien sabéis, Señor, que he hecho cuanto he podido«.

Y también manifestó su adhesión a la Iglesia: «Dijo que, si en todo lo que había dicho, predicado o escrito había alguna cosa contraria a la fe, que él no hubiese alcanzado, se retractaba de ella y se sujetaba a la corrección de la santa Iglesia Romana y confesaba todo lo que ella confiesa; y que moría como fiel católico debajo de la bandera de la Iglesia». En el convento trinitario de Córdoba se conservan sus restos.

 San Juan Bautista de la Concepción, un recuerdoJuan Bautista de la Concepción es uno de los grandes místicos de la Iglesia, un gran buscador de Dios. Es uno de los mejores lectores que ha tenido Teresa de Jesús, en sus escritos menciona con frecuencia a la Santa de Ávila.

De nuestro Santo se han escrito muchos elogios, un célebre historiador sevillano dice de él:

«Hombre muy insigne por sus letras, elocuencia y virtudes cristianas y religiosas; de tal excelencia y abundancia de doctrina estuvo dotado que llegó a escribir muchos tratados, de materias muy varias, dejándolos manuscritos y casi sin tacha alguna, los cuales se conservan autógrafos en la casa de Madrid» (Nicolás Antonio).

Pensamientos:

«Es Dios buen amigo que a los suyos no los deja».

«Hemos de presuponer que todos caminamos al cielo en Cristo, como en galera, que a fuerza de brazos y dolores y tormentos nos pasó a ser hijos de Dios, y que sin puerta nadie se salva».

«Cristo es verdad, vida y camino, es este el camino carretero por donde todos los siervos de Dios han de caminar y de quien no se han de apartar».

«De tu misericordia me fío y en sola ella espero».

«Y tanta agua se le puede echar al vino que no sea vino sino agua. Y tanta mezcla de palabras puede poner el predicador, que más sean palabras suyas que palabra de Dios».

«Este es el camino cierto, verdadero y el que llevan los que me buscan y desean hallar; buscarme en el monte Calvario asido y enclavado en una cruz».

«La oración es llave maestra que hace a todas partes».