Chequeo a tu salud espiritualTodos sabemos que la mejor solución para luchar contra las enfermedades es, sin duda alguna, la prevención.

En este sentido es recomendable hacerse un chequeo general una vez al año para descartar cualquier posibilidad de enfermedad, aún no teniendo molestias ni síntomas de alguna anomalía…

Sin descuidar el estudio físico, hoy, querido amigo, querida amiga, te invito a someterte a una evaluación de tu estado interior, espiritual…

Ah, y no te preocupes, no es tan complicado, pues si en un chequeo general debes acudir a un hospital, pedir cita y ponerte en manos de un médico, en este chequeo de tu corazón vas a ser tú mismo el que, abandonándote en brazos de Dios, vas a tener la posibilidad de conocer posibles anomalías, defectos que debes corregir o también virtudes que debas potenciar.

Te estarás preguntando para qué sirve todo esto…Pues bien, te contesto con otra pregunta: ¿Qué darías por ser más feliz?…

Creo que merece la pena intentarlo…

¡Adelante!

Un corazón feliz

Vista:

– ¿Cómo miras a tus hermanos? ¿Con cariño, con indiferencia, con desconfianza?

Tu mirada, ¿hasta dónde llega: a escasos centímetros de tu ombligo o eres capaz de mirar más allá de tu yo y llegar a él, a ellos?

-¿Descubres a Dios en cada una de las personas que Él va poniendo en tu vida?

Voz:

– Analiza tu vocabulario: ¿Es rico en palabras amables, constructivas, de paz, y de reconciliación o tu boca la has convertido en un disparadero de palabras malsonantes y despreciativas?

– ¿Dejas que Dios ponga palabras en tus labios o…»yo soy dueño y señor y me basto y me sobro»?

Chequeo a tu salud espiritual

Oídos:

– Dios nos ha dado dos oídos y una boca, precisamente para escuchar el doble de lo que hablamos… ¿Cómo vas en esta materia?

– ¿Escuchas a Dios, especialmente, en los gritos de tus hermanos más necesitados?

Manos:

-¿Puño cerrado para golpear la mesa o al hermano porque tú siempre llevas la razón o mano abierta para dar, ayudar, entregar?

-¿Manos en el bolsillo para no complicarte la vida o mano extendida para agarrar y levantar al hermano que está tirado en la cuneta?

Pies:

– ¿Tus pies se dirigen siempre al lugar donde alguien te necesita o los tienes «bien educados par no meterse en problemas«?

– Si alguien se pierde, ¿puede volver a la senda correcta siguiendo tus huellas?

Corazón:

-Si alguien metiera ahora mismo su mano en tu corazón, ¿cómo la sacaría? ¿Chorreando amor u odio, paz o violencia, amargura o felicidad?

Amiga, amigo: el chequeo ha concluido, ha llegado el momento de sacar conclusiones y compromisos…Dios te está esperando, ha cancelado todas sus citas para echarte una mano y, no al cuello, sino, y nunca mejor dicho, al corazón…¡No te lo tomes abroma! ¡Tu felicidad está en juego!

J.M. de Palazuelo

(Rvta. «Misión Joven»)