ImageEs reconfortante ver y oír a tantas almas gritando al unísono: “PAZ”. Sí, porque el que así grita, es que ama la vida por encima de cualquier otra razón.

Porque en sus principios no cabe el suprimir vida humana alguna.

Porque un pacífico pone siempre la conservación de la vida por delante de la muerte.

    La bondad sobre la maldad.
    Vengan de donde vengan y por quien vengan.
    Sin simpatías o antipatías.
    Sin beneficios o contrariedades.
    Sin odios o venganzas.
    Por eso pienso, que todas esas personas que gritan: ¡¡NO A LA GUERRA!!

Nunca habrán gritado: ¡¡¡SI AL ABORTO!!!

Nunca habrán querido que le fuera arrancada la vida a un ser tan manso, como aquel que morirá si se le separa de su madre antes de conocerla.

Nunca habrán querido hacer daño a una persona que ni siquiera conocen.

Ninguno de ellos sería tan cruel como para ocurrírsele  agredir a quien no puede defenderse.

Jamás osarían hacer daño a un menor,…..¡¡tan menor!!

Por eso me siento contento y orgulloso de todas esas personas.

Comprendo, por lógica, que ninguno de los que así se  manifiestan, ha facilitado droga a sus semejantes ni tampoco ellos la han consumido, porque todos saben que: LA DROGA MATA

Quiero creer, que todos son personas que cuando se topan en la carretera con un accidente, detienen su vehículo y prestan ayuda al necesitado, sin pararse a pensar si se retrasará su viaje, si tendrán que acudir a declarar a un juzgado, y mucho menos les importará que se les manche el coche de sangre, orina o heces, de aquel hermano herido. A casi todos, les supongo donantes de su propia sangre.

Supongo que la mayoría ayudan económicamente a hombres, mujeres y niños que, sin la aportación de su dinero morirían cada día y cada noche.

Por todo esto, y por muchas más acciones de buen corazón como quiero creer que todas esas personas tienen, hoy casi me siento feliz.