Querido Almodóvar:
Este verano me ha nacido el noveno nieto; es una niña y ya ha sido bautizada: Se llama CARLA.
El día 16 de agosto de 2008 la presentamos a Dios en su templo, y recibió la Fuerza y la Luz del Espíritu Santo.
Como siempre os relato las cosas positivas que me ocurren, también hoy voy a contaros cómo fue la presentación de Carla al Señor.
LA ENCOMENDAMOS ASÍ:
Señor, Te damos gracias porque nos has dado a Carla;
nos llenaste de alegría desde que supimos que llegaba;
la hemos querido antes de conocerla, desde que la supimos viva;
permite ahora, Señor, que crezca sana,
que se desarrolle con normalidad,
que se haga mujer,
Y que sepa amar, sobre todo, a los más débiles.
Señor, te hemos traído a Carla a tu casa.
Deseamos ponerla ante TÍ con todo nuestro amor.
Dale fuerzas suficientes para que pierda los miedos,
para que pueda ver sin temores la vida que la tienes asignada.
A nosotros, danos los talentos necesarios para saberla guiar.
Señor, que la familia sea para ella su felicidad;
que su habitación sea un pedazo de tu Reino;
que aprenda a llamarte Padre;
que se abra a su familia en el amor,
que considere al mundo como a un lugar de hermanos.
No sabemos cómo será tu vida, Carla; no sabemos por dónde caminarás, no sabemos si te casarás y te nacerán hijos como has nacido tú; pero el presente te es luminoso y grande: Hoy te has hecho cristiana, hoy ha bajado sobre ti el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Amor del Padre y del Hijo: Hoy te has convertido en hija de Dios.
Enseñarte a hablar con Dios, es obligación de tus padres y de tus padrinos que acaban de comprometerse a ello, pues igual que te enseñarán a leer, a escribir, a hablar idiomas, a conducir coches y a hacer deporte, han de enseñarte a rezar, puesto que ya eres seguidora de Cristo.
Más tarde, tú contagiarás a los que a ti se acerquen, porque desde hoy puede ser que te esté reservada una delicada y bella misión.