El Director de OrquestaUna vez desarrollados los temas del concierto de año nuevo y su orquesta, en este artículo desarrollaré el verdadero protagonista: el Director de Orquesta.

Director de orquesta es el título de la persona encargada de coordinar los instrumentos de un orquesta; es una persona que no sólo mantiene el tiempo de la obra, que indica el carácter de la música con gestos corporales y da las entradas de los instrumentos para que la interpretación sea coherente, sino que debe interpretar la partitura manteniéndose fiel al espíritu original de la obra pero dando una visión personal, intentando transmitirla a los músicos para que la ejecución no se reduzca a una simple lectura mecánica. Para conseguirlo, debe conocer en profundidad la vida, época y obra de los compositores.

En su mano derecha suele llevar una batuta (término que proviene de la palabra italiana “battuta”, que significa compás), que es una varita de madera que mueve al ritmo del compás y con la mano izquierda indica los matices y la expresión de la obra.

Si las funciones del director son las mismas, la forma en las que se llevan a cabo es lo que distingue a los grandes maestros de la batuta.

Cada partitura tiene términos que por su ambigüedad están sujetos a la interpretación del director; por ello, se admite que ninguna versión de una obra es exactamente igual a otra, ni siquiera cuando son realizadas por un mismo director en dos ocasiones distintas. Por ejemplo, Igor Stravinsky, quien dirigió en seis ocasiones su obra “La consagración de la primavera”, admitía que cada una de ellas era diferente de las otras.

Evolución

  • La primera misión del director fue hacer señas para realzar los matices; así, en el año 2800 a. C., en Egipto, se tiene noticia de los primeros músicos con esta función.
  • La época medieval trae un nuevo sentido en la forma de dirigir: la misión consistía en un movimiento de las manos hacia arriba y hacia abajo para indicar la altura de las notas.
  • En el siglo XVIII, se marcaba el compás con la ayuda de un bastón con el que se golpeaba en el suelo (el primer director fue Jean-Baptiste Lully: marcaba el tiempo golpeando con un bastón muy largo el piso del escenario; en un descuido se hirió el pie cuando dirigía y su herida degeneró en una tremenda infección que le llevó a la muerte), y más tarde se traslada la responsabilidad al primer violín (quien debía marcar el tiempo con el arco de su violín) o al clavecinista (que debía dirigir sentado al clave).
  • El trabajo del Director como lo conocemos hoy tomó su forma alrededor del siglo XIX; al aumentar la complejidad de las obras y el número de músicos, fue necesario introducir la figura de un músico que no tocase ningún instrumento para poder ocuparse solamente de la coordinación de los intérpretes, leyendo una partitura completa y dando a los músicos indicaciones gestuales, verbales y auditivas.
  • En el siglo XX, el director se llega a convertir en un verdadero divo. Las casas discográficas se disputan a los directores de más renombre, que cobran sueldos millonarios. De hecho, muchas orquestas alcanzan su prestigio gracias a la figura de su director. Lo habitual es que cada orquesta tenga un director titular, contratado por un período de tiempo fijo y que, además, cuente con una serie de directores invitados.
  • Hoy día, el primer violín lleva el título de “concertino” y es la persona que sustituye al director cuando éste falta. El concertino tiene entre sus obligaciones la misión de tocar la nota LA con su instrumento (antes de empezar el concierto) para que toda la orquesta afine en dicha nota y suene perfectamente al comenzar a tocar.

Para finalizar, os puedo asegurar por mi propia experiencia que la música que se escucha el día del concierto es el resultado de un largo, duro y gratificante trabajo que realiza el director durante los ensayos.