El día de los difuntos recordamos a nuestros seres queridos que han fallecido.
Yo nunca me había parado a reflexionar sobre este día, siempre había hecho más caso a la divertida fiesta de Hallowen (brujas, vampiros, momias….); en cambio este año sí me he parado a pensar en ese día., porque un ser muy querido ha fallecido hace poquito y tengo muchos recuerdos de él.
Pienso que lo he perdido para siempre y me pongo triste, pero luego recuerdo los buenos momentos y me consuelo; además creo en lo que me dicen mis padres, que él está viviendo una vida mejor, la eterna.
Yo siempre le tendré en mis recuerdos, por lo tanto sigue estando vivo con Jesús.
Mi abuelo siempre cuidaba de mí, me quería mucho y me contaba muchas historias del indio Rosa y su mujer que comían muchas salchichas.
Yo me pasaba todo el día a su lado escuchando la radio, las noticias, el mundial…
A veces sacábamos a los perros de paseo al campo, juntos nos reíamos mucho.
Querido abuelo, yo te quiero mucho y sé que tú a mí también, por eso te digo que en mi corazón sigues vivo.
Te quiero mucho.