"Hace tiempo, cuando era un niño de ocho años, preparado para recibir la primera comunión: Mi alegría era inmensa, por fin me había hecho “mayor” para recibir a Jesús. Pero me daba cuenta de que en casa estaban preocupados por el gasto que suponía; el traje, la comida, a quién invitar. Era mucho dinero…
Un domingo acompañé a mi hermano a misa como hacia siempre y en el momento de la comunión me puse en la fila sin pensarlo demasiado y recibí a Jesús en mi corazón de niño, con sencillez, con mis zapatos de todos los días y mi ropa de un domingo cualquiera, sin protagonismo, pero con una enorme ilusión.
Cerré los ojos y pedí al niño Jesús que cuidara de mis familia y que mis padres se sintieran orgullosos de mi; cuando llegué a casa dije a mi Madre:”Ya está, ya he hecho mi primera comunión”. Mi madre, con lágrimas en los ojos, me abrazó.
Hoy estoy casado, tengo dos hijos que estudian en centros religiosos y trato de enseñarles que la felicidad no está en las cosas materiales, sino en el interior de sus corazones, allí donde habita Jesús siempre que ellos lo quieran.”
M.S.S
Es un hecho real: una persona cercana lo compartió con nosotras
Nos hemos reunido en el salón parroquial, Casa de San Juan de Ávila, con niños que este año van a recibir su primera comunión junto con sus catequistas; en este alegre grupo entre risas y algarabías, hemos intentado realizar esta sincera entrevista.
P.- Vosotros, niños y niñas de ocho años podríais decirnos a los mayores quien es Jesús
R.- Que es hijo de Dios. – El verdadero Dios. – Que entregó su vida para salvarnos. – Jesús es Jesucristo. – Yo me llamo Jesús, como Él.
P.- Ahora os estáis preparando para recibir dos sacramentos; ¿Cuáles son?.
R.- La eucaristía y la penitencia. – Primero la penitencia y luego la Eucaristía.
P.- ¿ Y por qué hay que confesar antes de comulgar?
R.- Para quitarnos los pecados. – Igual que debemos llevar el cuerpo y el vestido limpios, el alma también tiene que estar sin mancha.
P.- ¿Y lo de confesar antes de comulgar solamente es para los niños que van a hacer la primera comunión?.
R.- No. – No. –Noooooooooo. – Es para todos.
P. ¿Para los mayores, también, para los papás y mamás, los tíos, los abuelos, los hermanos, primos, vecinos, amigos, viene muy bien confesar antes de comulgar, si por dentro no estamos limpios, limpios?
R.- Si. – Si. – Siiiiiiiiiiiiii. – Es para todos.
P.- ¿Cuánto tiempo lleváis preparándoos para recibir estos dos sacramentos?
R.- Dos años; en segundo y en tercero.
P.- Después de dos años asistiendo a catequesis, sabréis contestar y decirnos, cómo son vuestras catequistas.
R.- Guapas. – Buenas. – Listas. – Nos enseñan. – Ellas creen en la vida de Dios. – Porque son catequistas, si no… – Nos enseñan a ser buenos. – Nos hablan de la vida de Jesús. – Nos preparan y enseñan a confesar. – Nos enseñan a no decir pecados ni palabrotas. – Y nos preparan para hacer la comunión.
P.-¿ Sabéis cuanto ganan las catequistas, qué sueldo tienen?
R.- Ninguno. – Nada. –No les pagan porque ellas quieren que nosotros creamos en Jesús. – Las catequistas vienen de su casa. – Son personas normales, lo que pasa es que son catequistas. – Son madres.
P.- ¿Algunos de vosotros cuando seáis mayores, querréis ser catequistas?
R.- Yo. – Yo. – Yo no, porque voy a ser futbolista. – Puedes ser catequista y futbolista. – Los niños no, los niños no son catequistas. – Si, también hay catequistas que son hombres y que son padres.
P.- ¿A quién recibimos en nuestro corazón en el sacramento de la comunión?
R.- A Jesús. – El cuerpo de Cristo.
P.- En casa, ¿quién os ayuda a repasar las oraciones que vuestras catequistas os enseñan?
R.- Mamá. – Papá. – Nosotros como somos mellizos, a uno le enseña mi madre y a otro mi padre. – A mí, mi hermano. – Mi abuela.
P.- Quién os habla de Dios: en casa, en el colegio, en la Iglesia, en la calle.
R.- En casa, mi familia. – En el colegio, la señorita de religión. – En catequesis, las catequistas. – En la Iglesia los curas D. Tomas y D. Leopoldo. – En la calle nadie…
P.- A quién le habláis vosotros de Jesús.
R.- A los curas. – A los amigos. – A las catequistas. – A papá. – A mi familia. – A las monjas. – A mi hermanita pequeña. – A las profesoras del colegio.
P.-¿Sabéis que Jesús escucha especialmente, muy especialmente a los niños de primera comunión?
R.- Si, lo sabemos. – A todos los niños. – Siiiiiii.
P.- En el momento de la comunión, cuando cerréis los ojitos, qué tenéis pensado pedirle a Jesús que vive en vosotros.
R.- Que me perdone siempre que haga pecado. – Por los pobres. – Su amor. – Por mi familia. – Para que el mundo sea mejor. – Por la Cruz. – Por los que no tienen casa.
P.- ¿Pensáis que todos los niños del mundo tienen la suerte de conocer a Jesús como vosotros?
R.- No, porque algunos no tiene catequistas. – Algunos niños pobres tienen la escuela y la catequesis debajo de un árbol. – Si van misioneros a sus países, les pueden enseñar quien es Jesús.
P.- Pensáis que cuando hacen la comunión estos niños de países pobres, a los que los misioneros les han enseñado la catequesis, ¿recibirán tantos regalos como vosotros? ¿Qué diferencia habrá y qué tendrán igual?
R.- No les regalarán juguetes. – Les regalaran trigo y maíz. – Y zapatos para los que van descalzos. – Tampoco habrá muchos banquetes. – Pero recibirán igual el cuerpo de Cristo. – Y Jesús los quiere igual, igual.
P.- Qué va a pasar después que hagamos la primera comunión. Imaginaos que hoy es domingo, ya hemos hecho la primera comunión…
R.- Que no vamos ni a la catequesis ni a misa. – Yo voy a seguir yendo a misa, pero no voy a ir a catequesis. – Yo si, a catequesis y a misa; cuando se pase el verano. – Yo voy a seguir viniendo a catequesis porque me quiero confirmar cuando sea mayor.
P.- ¿Vosotros creéis que son buenos amigos, los que no se vuelven a visitar, los que no vuelven a jugar juntos, los que no vuelven a verse?
R.- No. Nooooo.
P.- Entonces con Jesús, qué clase de amigos vamos a ser.
R.- Vamos a ser buenos, buenos amigos.
P.- Vamos a animar a los amigos para que vengan a catequesis.
R.- Si. – Si venimos nosotros animaremos a nuestros amigos.
P.- ¿Seguros que habéis invitado a vuestra familia y amigos? ¡Les habéis invitado realmente a que participen con vosotros en los dos sacramentos que vais a recibir! y después celebrarlo con toda la alegría del mundo?
R.- ¿……………………………………………………………………?
P.- Una pregunta para las catequistas responsables de la formación religiosa de este grupo de niños que recibirán en estos días su primera comunión:
¿Qué pedís a los niños/as?
R.- Que sigan viniendo, que lleguen a confirmarse.
R.- Que se acerquen a la Iglesia, que vengan a Misa.
R.- Que sigan la catequesis, que igual que tenemos tiempo para todo, saquemos una hora a la semana para venir.
R.- Que les digan a sus padres… Igual que les piden tantas cosas, tantos regalos, que les pidan por favor a sus padres, que los sigan trayendo a catequesis.
R.- Que les hablen de Dios, que sean catequistas de sus hijos, que les acompañen a la Iglesia.
Felicitamos a los niños y catequistas, así como a sus familias en estas fechas tan importantes en que Jesús llega a todos ellos.