los que me buscan siempre”
Lo mismo que un misterio que no entiendo
me veo, poco a poco, caminando
mil veces hacia a atrás, mil veces dando
razón de parecer que estoy huyendo.
¿Huyendo de creer..?
Mientras, mirando
lo que debiera ser y no estoy siendo,
veo una gota de agua que, cayendo,
a la piedra más dura va horadando.
Veo esa gota de agua, y siento dentro
no sé qué conmoción que difumina
mi derrota, y me invita a un confiado
andar que, aún hacia atrás, vaya al encuentro
de un Alguien que, en silencio, me conmina
a borrar lo perdido con lo andado.
Como una fiesta íntima en que cabe
celebrar lo que el ser, por la fe, sabe
del misterio de andar hacia la Vida,
cuando ir hacia atrás
sin dejar de mirar adelante es nada más
que un retroceder que Dios olvida.
La fiesta sin alardes de la fe / en la que brilla lo que no se ve.
¿O no es la fe la fiesta de creer
en lo más misterioso de entender..?