Tengo en mis manos, el número cinco de la revista que con tanto éxito se publicó, y cuyo título en su tirada, se denominó: Gentes de Almodóvar.
Pues bien, leyendo sus artículos, me encuentro con el publicado, por un hermano mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Rescatado, Nuestra Señora de las Mercedes y Santo Niño Jesús, haciendo historia muy interesante de todas y cada una de las hermandades y de sus respectivos fundadores.
Hasta aquí todo muy bien; pero cuál es mi sorpresa, que al llegar al apartado que hace alusión a la cofradía del Cristo de la Caridad, leo en uno de sus puntos que reza de la siguiente manera: “Al principio de los años 80…en esta época, se crea la sección de cofrades femenina. La creadora fue”….; y así llegamos hasta el párrafo en el que dice textualmente: Recientemente se agrega el Cristo de la Columna….
Querido hermano mayor de la mencionada hermandad: para tu particular información y para la de todo aquel que esté interesado en saberlo, te diré, que el precioso Cristo de la Columna, no es ningún agregado de nada ni de nadie. El Cristo de la Columna ha tenido y tiene dueño, no es ningún advenedizo.
En el año 1956 aproximadamente, mi bisabuela Dña. Francisca Barra Delgado, la adquirió para el pueblo de Almodóvar, al hacer una promesa durante la desgraciada contienda civil; la cual consistió en pedir que si su hijo se salvaba de la salvaje barbarie de la guerra, donaría la imagen del Cristo columnado.
Afortunadamente, quiso Dios que mi querido abuelo, D. Cayo García de Ceca Barra se salvara y ella fiel a su promesa así lo hiciera.
En el año 1999 aproximadamente, Dña. María Isabel Garrido le pidió a mi padre, D. José Antonio García de Ceca Coronel, la cediera previo documento redactado de puño y letra y dirigido a la autoridad eclesiástica pertinente, para que la imagen del ya mencionado Cristo se procesionaria con la de la hermandad del Cristo de la Caridad. Se admitió y el Cristo de la Columna fue rescatado de las garras del tiempo y del olvido y para dicha hermandad.
Sólo pido que la próxima vez, que salga a la luz la historia de las imágenes y de las personas que las donaron, se mencionen todos, que ya estamos hartos de ser siempre los mismos los olvidados, pues pienso que cuesta igual a la hora de informarse hacerlo de uno o de veinte, y así nadie resultará ofendido.