Hemos terminado el mes de Septiembre, para muchas personas este mes sólo le ha sabido a fiestas. También hay quien además de gustarle las fiestas, le gusta pensar en las gentes que tienen necesidad, por eso en nuestra Parroquia, además de honrar a la Virgen y a nuestros Santos Patronos, hemos tenido otro tipo de actividades en pro de los más necesitados.
El día cuatro de Septiembre, nos reunimos en la Casa del Santo las familias que tenemos niños apadrinados en el Salvador. También representantes de las distintas cofradías. La reunión que organizó D. Tomás se debió a que nos visitó la hermana Isabel Nogales, que es la encargada de recibir y distribuir el dinero que D. Tomás envía directamente sin intermediarios. Nos contó la hermana con todo tipo de detalle cómo hacía el reparto del dinero, la parte que destinaba a alimentos y el resto para formación escolar. Nos habló de cómo eran las familias a las que estábamos ayudando y contó casos concretos de los niños que conocemos por fotografías y las cartas que nos mandan. Todas las personas asistentes salimos muy motivadas y con la seguridad de que estamos haciendo una buena obra.
Tenemos en nuestra parroquia cincuenta y cinco niños apadrinados y mandamos al año unos doce mil euros.
También para comenzar las fiestas con una buena acción, el día de la Virgen del Carmen, en todas las misas se hizo una colecta para entregar a Cáritas del Perú, para ayuda a la catástrofe del terremoto que recientemente ha sufrido esta pobre gente. Se recogieron dos mil doscientos setenta y dos Euros, que se han enviado a través de Cáritas Española.
Y como el mes para las buenas personas debe acabar con una buena forma, el día 30 Domingo de Horas, en nuestra Parroquia Jesús en la Eucaristía se nos ofrece durante todo el día y la noche para poder ser visitado y adorado por cualquier persona que lo desee. Tenemos la oportunidad de orar y dar gracias por los acontecimientos vividos durante el mes que termina. Este es un privilegio que tiene Almodóvar y que debemos de conservar.
Terminó Septiembre. Se fueron las fiestas hasta otro año, pero la fiesta del amor, la fiesta a la que nos invita Jesús dura todo los días, porque en cada momento tienes la oportunidad de ayudar a alguien que lo necesite. En cada instante puedes sentir la satisfacción de haber realizado una buena obra. Prueba a trabajar y compartir algo de tus bienes o de tu tiempo en pro de los más necesitados y estarás viviendo la fiesta con mayúsculas.