Haití, una isla de Centro América, donde la riqueza y la pobreza se unen, ha sido arrasada por un gran terremoto:
Hombres, mujeres y niños lo están pasando muy mal. Tienen hambre y, desde países como España, están llegando patrullas de salvamento y están repartiendo comida, medicinas, ropa…
Pero, por otra parte, a unos niños muy pequeños le tienen que amputar miembros de su cuerpo.
Yo, como también ustedes, he visto imágenes en la televisión que me han llegado al corazón.
Hace poco encontraron a dos niños con mes y medio, después de permanecer durante varios días entre los escombros.
Hay que intentar darle una solución a este desastre de la naturaleza, y para eso estamos nosotros.
Nuestro país, como otros muchos, somos solidarios con estas personas y, para ello, debemos olvidarnos de nuestros problemas por un momento y colaborar ayudando con nuestro dinero a estas personas.
(Colegio “Virgen del Carmen”)