Hoy os quiero expresar, lo que siento ante dos hechos graves, muy graves, que están afectando a la sociedad civil y a la Iglesia Católica.
El primero, es el referido al delito de abusos sexuales cometidos contra niños en Irlanda. No cabe duda, de que a los autores de los mismos, se les castigará con todo el peso de la ley. Hay que estar al lado de los afectados, de sus familias. Debemos consolar su dolor y agradecer hasta el máximo, el valor, coraje y valentía que han demostrado tener al desvelar y denunciar aquéllos hechos tan atroces que marcaron de por vida, tanto su infancia como todo su desarrollo posterior.
Sea quien sea el autor de estos delitos, y el lugar en el que se produzcan, la justicia, es la que tiene la última palabra. Estos delitos, cometidos por miembros de la Iglesia, no implica que hayan sido cometidos por la Iglesia misma y menos aún, que no hayan sido condenados por la máxima autoridad, el Papa Benedicto XVI.
El Sr Cardenal Emerito de Sevilla, Carlos Amigo, dice: “ No es justo utilizar los tropiezos, quizás culpables, de los cristianos para emplearlos como trofeos en una batalla contra la credibilidad de la Iglesia”.Al mismo tiempo señala, que hay que erradicar los casos de pederastia surgidos en el seno de la Iglesia Católica, “en primer lugar mediante la acción de la Justicia”.
Es el Papa Benedicto XVI, digno sucesor de Juan Pablo II, el que en su carta ( es muy interesante) enviada a los afectados, padres, sacerdotes, obispos y pueblo de Irlanda, condena dichos delitos y señala que los culpables no solamente deberán responder ante el Señor por dichos pecados, sino también ante los Tribunales.
Con estos dos ejemplos, nos podemos dar cuenta, de que la Iglesia está con la Justicia, y de la mano de la Sociedad, para acabar con esa lacra terrible de la pederastia, y para que los culpables nunca se abstraigan, ni de su culpabilidad, ni del cumplimiento íntegro de la pena que les corresponda.
El segundo, es el relativo a los ataques que está recibiendo el Papa, no solamente por el tema de los abusos sino también por otros, como el ecumenismo, judaísmo, Concilio Vaticano II, etc, centrados únicamente en hacer trizas al Papa y a la Iglesia.
Creo, que escuchando lo que el Sr. Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le dijo al Papa, en la solemne celebración de la Resurrección del Señor y saltándose el protocolo, nosotros, nos podemos sentir unidos a él y por ende, orar por el Papa y la Iglesia y, así, poder mostrarle nuestra fidelidad y proclamar que Jesús es Dios, nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.