- Tal vez me haya separado de alguno de mis mejores compañeros del curso pasado…
Pero podré conocer a nuevas personas y ampliar mi círculo de amistades.
- Tal vez no pueda elegir la asignatura que más me gusta o el catequista que mejor me cae…
Pero podré escoger la actitud necesaria para descubrir nuevos conocimientos y nuevas personas que enriquezcan mi vida.
- Tal vez tenga que aguantar lo mismo del curso pasado, exactamente idéntico a lo de hace dos años y tres y cuatro…
Pero podré “transgredir las normas de la rutina” y dejarme seducir, enamorar, sorprender.
- Tal vez otros, a pesar de mis esfuerzos, me superen…
Pero yo podré superarme, cada día, a mí mismo.
- Tal vez sufra en mis propias carnes la caída, el fracaso…
Pero podré levantarme cada vez que me caiga, empezar de nuevo cada vez que fracase.
- Tal vez vea la meta demasiado lejos, puede que llegue rezagado o quizá no llegue…
Pero podré disfrutar de cada etapa, de cada día, de cada instante, de cada paso del camino.
- Tal vez sólo reciba un talento…
Pero podré negociarlo, explotarlo, compartirlo e ingresarlo “a fondo ganado” en el corazón de mis hermanos.
- Tal vez alguien me diga que no haga caso, que, a final de curso, todo seguirá igual o peor…
Pero yo podré llevarle la contraria y hacerle ver lo equivocado que estaba.
- Tal vez me encuentre por el camino algún abandono, alguna traición, algún desengaño…
Pero siempre podré acudir a Dios y con su ayuda recuperar nuevamente la confianza en el ser humano.
- Tal vez guarde este texto en la carpeta para retomarlo de nuevo dentro de un tiempo…
Pero podré memorizarlo en mi corazón y ponerme manos a la obra ya, ahora, en este preciso momento…