También nosotros brindamos y oramos por la felicidad de todos. Pero no es cuestión de beber y beber, que eso se acaba pronto… Brindamos por la felicidad más honda y duradera.
• Que sea feliz contigo mismo, que te aceptes y seas aceptado, que estés en paz contigo y la transmitas, paz en tu mente y en tu corazón
• Que seas feliz en tu familia, cada vez os sintáis más unidos y creativos.
• Que seas feliz en tu trabajo, que hagas bien con tu trabajo, que den fruto tus tareas y proyectos.
• Que seas feliz en la justicia, respetando y defendiendo los derechos de los demás, respetando y valorando a los demás.
• Que seas feliz en la generosidad, dando y compartiendo, ayudando y sirviendo, viviendo la solidaridad.
• Que seas feliz en el perdón, una vez y otra, superando resentimientos y deseos de venganza.
• Que seas feliz en la paciencia, afirmándote y creciendo en las dificultades, saltando sobre los obstáculos, aceptando los fracasos.
• Que seas feliz en la humildad, reconociendo tus valores como don, renunciando al comparativo y alegrándote con los méritos de los otros, sin permitirte sentimientos de envidia.
• Que seas feliz en la fe, metiendo a Dios en tu vida o poniendo tu vida en sus manos, confiando en El más que en ti.
• Que seas feliz en la esperanza, esperando en Dios contra toda esperanza, superando desengaños e impaciencias.
• Que seas feliz en la caridad, pensando más en la felicidad de los otros que en la tuya, evitando críticas morbosas, palabras ofensivas y sentimientos malos, haciendo el bien a los demás.
• Que seas feliz en las Bienaventuranzas, en la creencia del Evangelio, con la dicha de los pequeños y los pobres.
• Que seas feliz en Jesucristo, nuestra alegría y nuestra salvación.
• Que seas feliz en Dios, fuente de todo amor. Que Dios te sonría siempre y te tenga en las palmas de sus manos, y que tú te dejes hacer, te dejes querer.
R. Prieto