Hoy me he encontrado en las manos
con tus regalos, Señor:
nueva vida,
nuevo tiempo,
nueva lluvia, nuevo sol (…)
Por eso, para este tiempo
que estreno con ilusión,
quiero, Señor, y te pido
también un nuevo reloj.
Un reloj que mida el tiempo
como lo mide tu amor:
que se pare cuando lleguen
las gentes a mi rincón
para escuchar, compartiendo,
alegrías y dolor.
Un reloj que me sitúe
la mente y el corazón
en el momento presente
que es tu momento, Señor,
en el quehacer cotidiano
que es lugar de encarnación.
Un reloj que mida el tiempo
con tu paciencia, Señor;
con el ritmo y la medida
universal del amor;
despertador de rutinas,
vigilante, ayudador;
que nunca mida la entrega
del tiempo y del corazón.
Con la vida, con el tiempo
que hoy me regalas, Señor,
para darme sin medida
espero un nuevo reloj.
(Elvira Martínez, Teresiana )