Cuando se van los amigos
Alfredo Velasco2008-12-07T02:04:00+00:00
El 6 de noviembre se me ha marchado otro buen amigo: Paco, el Dr. Sánchez Peña, el mismo que prologó mi libro “Amar sonriendo” con uno de sus bonitos sonetos.
En los primeros meses del año 2005, sufrió una trombosis cerebral izquierda que paralizó toda la mitad derecha de su organismo. Después de casi cuatro años sufriendo su cuerpo, y sobre todo su espíritu, el primero no pudo aguantar más, mientras el segundo encontraba la esperanza, la tranquilidad y la Paz.
Así es como sucede comúnmente, mientras tenía la ilusión y la esperanza de volver a recuperar la motilidad (e incluso de poder volver a tomar sus clases de guitarra) yo no le escuché problemas en el alma; sin embargo, más adelante, cuando un día le encontré comiendo una dieta triturada y sosa con la que se atragantaba reiteradamente, me confesó que no valía la pena alimentarse así solo para vivir, para permanecer postrado y sin poder comunicarse entendiblemente; “pero como todo depende del Cielo”, me dijo, “he aprendido a resignarme”.
El próximo 10 de diciembre se conmemora el cincuentenario del compositor y organista francés Olivier Messiaen (1908-1992). Nacido en Aviñón, su madre, la poetisa Cécile Sauvage —conocida como “poetisa de la maternidad”- habría anunciado en unos versos la llegada Olivier durante su embarazo: “je souffre d’un lointain musical que j’ignore” (“siento una lejanía musical que desconozco”).
Cada día al caer la tarde se oculta el sol en la profundidad de la noche. Pero hay días en los que no vemos el ocaso porque el cielo está nublado. También hay otros días en los que el cielo derrama lluvia, y tampoco entonces podemos despedir al sol. Sin embargo sabemos que el sol nunca naufraga y que al día siguiente volverá a regalarnos su luz y su calor.