San Juan Bautista de la Concepción y la Cuaresma
Juan Carlos Torres2015-02-28T10:21:00+00:00
El mes de febrero ha encontrado dos fechas destacables en la fiesta de san Juan Bautista y en el inicio de la Cuaresma. Ambas celebraciones tienen nexos en común. De todos es conocido el ascetismo que desde siempre acompañó la espiritualidad personal de nuestro santo, y también su labor reformadora en la Orden.
Estas dos realidades –ascetismo y reforma- son componentes claros del tiempo de Cuaresma que acabamos de estrenar. El ascetismo nos habla del esfuerzo por la conversión y del ejercicio de la renuncia voluntaria a diversos bienes y gustos, como pedagogía para educar la sensibilidad y ordenar la afectividad.
Como creyentes, creemos en el momento presente, cada día es único, es un regalo de Dios, es todo lo que tenemos aquí y ahora, y la respuesta a ese regalo es vivirlo agradecidos.

Los desahogos puntuales de las carnavaladas modernas tienen menos repercusión en nuestra personalidad que los disfraces que nos fabricamos para vivir, caretas habitualmente subconscientes que solemos usar en la vida ordinaria.
Llegar a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia (papa Francisco)
¿Qué nos puede decir hoy un Reformador del siglo XVI y XVII a los hombres y mujeres del siglo XXI?
Una de las páginas más bellas de la Iglesia Española la han escrito nuestros misioneros.
"Para Santa Teresa de Jesús la celda es símbolo y concreción de soledad y silencio como clima adecuado para la contemplación. Especie de soledad intensiva dentro de la soledad comunitaria creada por la clausura en medio de la ciudad". Así es escribe el extraordinario teresianista P. Tomás Álvarez carmelita descalzo. A su vez el Diccionario ideológico de la lengua española define: Celda es un aposento destinado al religioso o religiosa en su convento. Cada uno de los aposentos para los presos en los cárceles celulares.
Pienso que la auténtica alegría la tiende como en base es amor.