Buscar. 
                Sentir. 
                                Amar. 
Buscar
    que tus caminos 
se atrevan a enfrentarse 
al engaño de todos los que dicen 
que la vida se puede 
salvar cuando se huye. 
Sentir
    sin triunfalismos 
 que el horizonte cabe entero 
 en tu mano extendida, si la extiendes 
 llena de no temer la lejanía. 
Amar
    muy sin descanso 
lo que el amor exige: 
un único lenguaje en que cantar 
que el amor es un lento 
lugar para espera rse, 
aunque la vida exija 
vestirlo de pasión precipitada.
Buscar, sentir, amar 
el por qué siempre Dios 
vence al tiempo y se hace 
voz de un Verbo cercano 
entre las siete letras 
–setenta veces siete 
lo inmortal ofrecido– 
de la palabra SIEMPRE.