Acabo de leer por segunda vez el libro del Papa Benedicto XVI sobre la persona de Jesús. Me ha sido de mucho provecho. Me ha proporcionado un conocimiento mayor del Señor. Estoy convencido que el creyente es aquel que tiene un deseo de conocer más y más a Jesucristo.
El cristianismo es ante todo una persona y esta persona es Jesús de Nazaret. El libro trata del valor más fundamental del nuevo Testamento y de la religión cristiana. No trata argumentos tangenciales sino esenciales del cristianismo. Ante tantas polémicas y discusiones sobre cuestiones actuales es bueno que el Papa nos centre en los valores que no pasan y que no hemos de olvidar.
“En el fondo, el hombre sólo necesita una cosa en la que está contenido todo lo demás; pero antes tiene que aprender a reconocer, a través de sus deseos y anhelos superficiales, lo que necesita realmente y lo que quiere realmente. Necesita a Dios. Y así podemos ver ahora que detrás de todas las imágenes se encuentra en definitiva esto: Jesús nos da la “vida”, porque nos da a Dios” (BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret, p. 408-409).
Ratzinger nos da seguridad en la fe, nos confirma en nuestro seguimiento de Jesucristo. Tengo la sensación que ciertos estudios bíblicos nos han dejado inseguridad en nuestras creencias.
Recuerdo la expresión de un profesor de un Centro Teológico después de escuchar una lección inaugural de un curso pronunciada por un biblista. “Oye, N., con esas cosas que dices no nos dejas leer con tranquilidad el Evangelio”.
Todo lo contrario se puede decir del libro de Benedicto XVI. Nos descubre la belleza del Evangelio y la frescura de las palabras de Jesús.
El Papa en su libro armoniza fe y razón, saber y sabor, ciencia y teología. El autor tiene en cuenta lo que se escribe sobre la Biblia y sobre la figura de Jesús. Analiza y expresa su opinión como teólogo, no como Papa. Él dice que su libro no es un acto del Magisterio Eclesial.
Entre líneas se puede observar las inquietudes de Benedicto XVI en el momento actual: la marginación de Dios en el discurso de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Esta realidad la repite varias veces en su discurso. Está convencido que Dios es lo más importante en la vida y predicación de Cristo. Dios es la realidad más fundamental en la vida del Cristianismo y sin Dios la realidad humana se va convirtiendo en algo insoportable.
“Jesús anuncia simplemente a Dios, es decir, al Dios vivo, que es capaz de actuar en el mundo y en la historia de un modo concreto, y precisamente ahora lo está haciendo. Nos dice: Dios existe. Y además: Dios es realmente Dios, es decir, tiene en sus manos los hilos del mundo… Dios actúa ahora; ésta es la hora en que Dios, de una manera que supera cualquier modalidad precedente, se manifiesta en la historia como su verdadero Señor, como el Dios vivo” (BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret, p.83).
No es un escrito para todos. Creo que hay que tener ciertos conocimientos teológicos básicos. Yo no lo recomendaría a cualquiera, incluso a una persona que frecuenta nuestras iglesias pero que no tiene cierta formación religiosa.
La verdad es que resulta muy difícil escribir un libro que resulte atractivo para todos.
Algunos cristianos fervorosos tomarán esta obra en sus manos, por amor al Papa, y sus páginas les resultarán difíciles de leer.