“Habrá milagros hoy si tienes fe”. Esta frase es de unas de las canciones del musical “El Príncipe de Egipto” recientemente representado en el Auditorio de Puertollano, por iniciativa de la Parroquia S. Juan Bautista de Puertollano, y del que he tenido la dicha de participar en su representación.
El milagro se realizó en el mencionado Auditorio, gracias al esfuerzo y al trabajo de un joven que se embarcó en este proyecto y tiene mucha fe en lo que hace, pero sobre todo en Dios.
El domingo de ramos, el Auditorio se llenó al completo. La representación ha sido un éxito. Yo nuca había visto llorar a las personas El final fue apoteósico, todo el mundo de pie aplaudiendo y bailando y muchas personas lloraban saboreando el mensaje de la canción si tienes fe. Sin lugar a dudas ahí se estaba produciendo un milagro.
Ha sido una experiencia de fe, el poder compartir con más de treinta personas de diferentes edades desde diez hasta sesenta y cinco años, horas de trabajo para poder llevar a cabo el proyecto. También ha sido una buena experiencia el compartir tiempo con nuestro joven director y ver que ha sido capaz de ponernos de acuerdo y motivarnos, siempre desde el punto de vista cristiano.
Creo que el principal milagro que se ha conseguido ha sido el demostrarle a muchos jóvenes que han participado, que igual que han sido capaces de llevar a cabo estos papeles de interpretación en el musical, pueden y tienen que trabajar y luchar en la vida para realizar el papel que Dios quiere de cada uno.
Esta representación de la historia de Moisés, no se ha realizado sólo por hacer teatro, en ella han podido captar los espectadores una serie de mensajes que nos están diciendo cómo hay que vivir la vida desde el punto de vista de un creyente; lo dice muy bien el estribillo de una de sus canciones que dice:
Cuando caigas, cuando llores, cuando sufras, cuando te abandones, no te derrumbes, si la vida no es alegría, sino levántate y corre …..
Si además de todo lo expuesto, esta representación ha servido para recaudar casi seis mil euros que son para el mantenimiento del Hogar de transeúntes de Puertollano, bien podemos decir que el milagro se ha realizado. Para los que hemos vivido esta experiencia ha sido una buena forma de comenzar la Semana Santa.
Doy Gracias a Dios por tantos monitores que están trabajando con jóvenes en muchas parroquias y por haber conocido al joven José Ángel Silva, que además de trabajar con los adolescentes en su parroquia, ha sido capaz de ilusionarnos y embarcarnos a los que vamos siendo mayores en alguno de sus proyectos.