A Candelas Ruiz García de la Santa, Presidenta de la Hermandad de la Virgen del Carmen
(Lucas 1, 46-55)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
P.- ¿Cuánto tiempo llevas de Presidenta?
R.- Soy presidenta desde el año 1.985. Yo llegué al fallecer Isabel Moreno, que era la tesorera. Se forma la nueva directiva en la que entramos: Celia de la Fuente, Carmela Medrán, Paloma García y una servidora.
P.- ¿Cuántas personas formáis la junta directiva de la hermandad?
R.- Está formada por: La presidenta, la vicepresidenta, la secretaria, la tesorera y tres vocales.
P.- ¿Toda la directiva está formada por mujeres?
R.- Esta es la hermandad de la Virgen del Carmen de las mujeres, por lo tanto todas somos mujeres, tanto en la directiva como el resto de las hermanas y la de hombres, todos de hombres. Son dos hermandades.
P.- Al darse esta peculiaridad que bajo la advocación de la Virgen del Carmen de Almodóvar del Campo, nos encontramos no con una hermandad, sino dos hermandades diferenciadas: la de los hombres y la de las mujeres. ¿Cómo os repartís las tareas?
R.- Nos ayudamos: es más, cada vez que tenemos que comprar algo para la Virgen, les decimos: “mirad, qué os parece esto”; luego a la hora de pagarlo, si una hermandad tiene más solvencia económica, pues aporta más. Todo en un buen acuerdo.
P.- ¿Puedes explicarnos en que consisten algunas de las tantas tareas que lleváis a cabo en esta hermosa obra?
R.- Celia y Juanita Fernández se encargaban, con un grupo de responsables de la Orden Terciaría de la limpieza; nosotros vimos que algunas de estas personas eran ya muy mayores y fue por lo que nos responsabilizamos de esta tarea todos los meses.
Cuando llegan las fechas del día de la Virgen hay que, además de la limpieza, enjalbegar el edificio. Esta tarea, antes la realizaba cada vecino, encalaba los metros que le correspondía según la extensión de su fachada, pero actualmente la realizamos nosotras lo mejor que podemos con su remate de “cordoncillo” incluido; típico de nuestra tierra, para lo que hay que tener buen pulso.
El Carmen no es pequeño con todas las dependencias que tiene… La responsabilidad la sentimos como la de nuestra propia casa. Cuando nos cruzamos dos hermanas de la directiva, nos decimos una a la otra: “¿oye, tú has visto como está el Carmen…?”
Otra tarea que llevamos a cabo es la de camareras de la Virgen.
P.- ¿Quién elige un manto para la Virgen, según esté en el camarín, en su capilla del Carmen o sea para la procesión? ¿Quién cuida de estos ternos para mantenerlos limpios y disponibles para su uso en todo momento? ¿Quién viste, prepara y cuida a nuestra Patrona, que no le falta detalle? ¿Quién va a la Iglesia del Carmen en frías y tristes tardes de invierno, a arreglarla un poquito y dar a nuestra Virgen, y recibe de ella esa compañía que tan bien nos vendría a todos durante el año completo?
R.- Nosotras hacemos de camareras de la Virgen, nosotras arreglamos la ropa. Hemos hecho algún manto para diario; Magdalena Acero, que siempre ha colaborado con nosotras, antes incluso de pertenecer a la directiva, nos ayudó en la realización del manto que luego restauró la cooperativa. El traje del niño lo bordó ella. En otra ocasión hicimos otro manto de verano, con un encaje de guipur para cuando la Virgen está en el camarín. Luego hicimos otro traje para el invierno, con brocados. También le hemos hecho un hábito para todos, los días pues el que tenía estaba fatal.
P.- ¿Qué sientes tú, como presidenta; qué sentir tiene para toda la directiva cuando escucháis “El Carmen”?.
R.- El Carmen es como nuestra casa, es una dedicación diaria. La que está más pendiente es Juanita Fernández; Juanita abre, Juanita cierra, si hay una boda recoge la puerta, se preocupa de que todo quede bien. Cuando ves la cancela del Carmen para poder acercarte y hacer la visita a la Virgen, rezarle una Salve…. En la cancela se ha abierto una pequeña ventana de cristal en forma de cruz (ya que lamentablemente no se puede dejar abierto del todo por los robos y los destrozos), es de nuevo Juanita. Este verano veréis a Carmen y su marido Paco García-Minguillán, quienes diariamente han tomado el testigo. Gracias a ellos podemos acercarnos cada mañana y la tarde de los sábados a dar los buenos días a nuestra Madre.
P.- ¿El no dejar abierto es por prudencia o habéis sufrido quizá algún robo?
R.- Nada más terminar las obra del Carmen, (tan hermoso, hecho con tanto esfuerzo, tanta lucha hasta verlo así…) nos encontramos con que nos habían arrancado los apliques y robado la megafonía.
P.- ¿Cuántas mujeres, aproximadamente componen la hermandad?
R.- Al día de hoy somos unas cuatrocientas cincuenta; cuando tomé posesión hace veintitrés años, éramos ciento sesenta. La gente, desde luego, a la Patrona la quiere mucho. Muchas abuelas nada más nacer sus nietas, nos piden que las hagamos hermanas. Ha habido una temporada en que la gente joven, como dicen, pasaba más del tema, pero ahora han vuelto: son momentos, épocas, pero te alegra mucho ver como la juventud se va incorporando y participan en la hermandad. No sólo ocurre aquí, sino en muchas cosas, a veces tienes más necesidad de ir a misa, otras te distancias un poco y luego vuelves.
P.- ¿Tú sabes, Candelas, si en otros pueblos, se da esta curiosidad de tener dos hermandades diferenciadas una de hombres y otra de mujeres a su Patrona?
R.- No lo sé, pero yo creo que no; es que la hermandad de los hombres se fundó hace muchísimos años. Hay datos suficientes para pensar que su existencia es posiblemente anterior a 1.758. La hermandad de las mujeres es mucho más reciente, he oído decir a Isabel Carrero y Ana que la hermandad existía, pero en guerra se perdió y no hay ningún documento que nos indique fecha alguna. Fue en el año 1.946, cuando emerge y hasta el día de hoy.
P.- ¿Las hermandades, siempre van unidas a la Iglesia?
R.- Para estar en una hermandad tienes que ser mucho de la Iglesia, si no, no comprendo cómo se puede pertenecer a una hermandad y no ser parte de la Iglesia. Mi familia, tanto mi madre que, pertenecía a la orden tercera, como la familia de mi padre, estaban muy unidas a la Iglesia.
Recuerdo, siendo niña, a mi abuelo Castor, ya mayor, muy dobladito y con su garrota, decía “Viene el predicador y tengo que cenar pronto para poder llegar a la novena del santo grande”.Él era mucho de San Juan de Ávila.
He vivido y he crecido sintiéndome de la Iglesia; por eso digo que yo no puedo dejar la Virgen.
P.- No dejas la Virgen, pero si la presidencia.
R.- Después de veintitrés años en esta hermosa tarea. Seguiré estando ahí, mientras pueda. Voy a seguir ayudándoles en todo lo que me necesiten: a partir de ahora la presidencia quedará a cargo de Magdalena Acero que lleva inmersa en esta hermandad y trabajando a mi lado, codo con codo durante tantos años.
P.- ¿Quien tiene la responsabilidad de invitar al predicador cada año para las novenas de la Virgen?
R.- Hasta ahora han sido nuestros párrocos D. Tomás y D. Leopoldo; ahora al contar con la ayuda de nuestro paisano Carmelita, Javier de María y el hermano Vicente. Por navidad empezamos a contactar con ellos para realizar dicha gestión.
Otro momento muy importante; el acondicionar el Carmen para recibir los “Mayos” que tanto gustan en nuestro pueblo y que con cariño les dedican a la Virgen. Esos cánticos típicos.
Nos encargamos también del cobro de los recibos personalmente, porque nosotras no podemos encomendárselo a nadie, pues económicamente no podemos permitírnoslo; durante algún tiempo las cobraba en su totalidad Carmen Rodríguez, vocal; ahora al ser más numerosa la hermandad, lo hemos repartido entre cuatro responsables.
Todos los sábados se abre el Carmen a partir de las siete para reza el rosario y una vez al mes viene de Madrid del convento de los Carmelitas el padre Antonio.
P.- ¿ Quién le lleva flores a la Virgen?
R.- Es mucha la que gente que lleva flores; todos los sábados tiene flores la Virgen. El primer día de la novena la hermanad se encarga de comprarlas, pero son tantas las ofrendas en estos días que la hermandad no tiene que volver comprar. Es su pueblo, es el pueblo de Almodóvar quien le lleva flores a su Virgen.
P.- Durante estos años se ha realizado una gran obra de restauración en la Iglesia del Carmen. Cómo habéis contribuido.
R.- El verdadero luchador; incansable, infatigable durante años. De despacho en despacho, de papeleos interminables. Ventanillas de espera, burocracia… ha sido D. Leopoldo: a esta lucha hay que sumarle su buen gusto para dirigir la obra, su talento a la hora de elegir los materiales más adecuados y su sabia mano izquierda para mantenernos a todos: Hermandades, Orden terciaria, Cofradía de Jesús Rescatado, ilusionados y unidos.
Nosotras, como hermandad, hemos colaborado como Magdalena y yo, después de recoger nuestra casa, salíamos a pedir dinero por las tiendas y a particulares y tenemos una anécdota que al recordarla aún nos reímos:
Fuimos a una empresa y dirigiéndonos a uno de los dueños le contamos el motivo de nuestra visita, medio en broma nos dice que no tenía dinero en efectivo que con lo único que contaba era con lo suelto. “¿si os vale? ” – si, si nosotras aceptamos todo- ; y comenzó a coger todo el suelto que tenía en el cajón, pero empezaron a salir más euros de los que el esperaba y nos damos cuenta que empieza a apartarlos del resto; y le decimos: “¿pero no nos has dicho que nos vas a dar lo suelto, como es que ahora lo separas ? Y nos contesta muy campechanamente: “Jolines, pero si vosotras tenéis más que yo, que parecéis dos hermanas de la caridad pidiendo”.
Pero nos lo dio todo y hubo de coger dos bolsas que pesaban… Al salir a la calle nos miramos las dos y nos dijimos la una a la otra: “tú crees que si hubiese sido para nosotras, habríamos sido capaces de pedirlo…”. Por cierto fue una muy generosa aportación.
P.- Durante el tiempo que duró la obra del Carmen, la Virgen estuvo en la Iglesia; ahora cuando se realice la restauración del altar de la Iglesia, será el Carmen quien abra las puertas.
R.- No sabéis lo que significó para nosotras cuando bajaron a la Asunción para subir a la Virgen del Carmen; fue enormemente emocionante. Es que era el mejor sitio. Nos decía D. Tomás “Es invitada de honor y tiene que estar en el mejor sitio”.
Agradecemos a Candelas, presidenta de la hermandad de mujeres de la Virgen del Carmen, la amabilidad con que nos ha acogido para hacer posible esta entrevista.