Hola a todos,
Me llamo Ángel Maroto Fernández, y hace escasamente veinte días fui ordenado sacerdote en la Catedral de Ciudad Real. Tras la ordenación recibí los nombramientos de mis nuevos destinos, es decir, de los pueblos donde nuestro Obispo nos envía para que sirviendo al Señor también sirvamos a todos los feligreses de sus parroquias, y entre los dos pueblos que encontré en mis nombramientos, figuraban los nombres de Almodóvar del Campo y Puertollano, siendo Vicario parroquial de los dos pueblos, y es por eso por lo que os escribo estas letras, dentro del periódico que se envía desde la parroquia.
Antes de comenzar dando unas pinceladas de mi vida, quisiera felicitar a todos los que leen, durante todos los meses, el periódico parroquial, y expreso mi felicitación por que después de haber leído algunos, creo que todos los artículos que se escriben son muy interesantes y de ellos se pueden extraer multitud de formas para seguir al Señor en todos los momentos de nuestra vida.
Después de este pequeño apéndice, voy a explicar algunos datos biográficos personales:
¿Quién soy? Mi nombre es Ángel y nací en Pedro Muñoz el día 7 de Junio de 1982, crecí entre una familia cristiana a los cuales les debo todo lo que soy y siendo tan sólo un niño, cuando apenas tenía 11 años ingresé en el seminario de Ciudad Real.
¿Qué estudié en el Seminario? Creo que la pregunta puede ser lógica, puesto que muchos piensan que siendo tan pequeño, es muy difícil discernir si se tiene vocación o no. Cuando comencé mis estudios de Seminario, continué estudiando 6º de E. G. B. y más tarde continué los estudios de E. S. O. y Bachiller, y fue entonces cuando comencé el Seminario Mayor, primero con Fundamentación, que es un curso introductorio, en el que se plantea muy seriamente la vocación y después comencé el sexenio filosófico teológico.
Y bien, volviendo al principio de esta pregunta y puesto que muchos pueden preguntarse el cómo surgió mi vocación, creo que es bueno explicarlo un poco. Es cierto que siendo un niño, es muy difícil que se tenga claro que una persona tenga vocación, puesto que cualquier proceso y decisión que se toma en la vida, suele tener un margen de discernimiento y de reflexión personal y eso es lógico.
En mi caso también fue así, yo crecí en el seminario y sentí la vocación cuando tenía algunos años más, aunque estoy seguro que los años de seminario menor me ayudaron a descubrir que el Señor me llamaba para algo especial, y puedo decir que uno de los momentos claves en mi vocación fue la confirmación, fue uno de esos momentos en los que se puede decir que sentí cómo el Señor, que está cerca de mí me acompañaría en todos los momentos de mi vida para que nunca tema en mi camino, puesto que es Él el que me lleva de la mano guiando mi camino.
Y así ha sido hasta ahora, y confío en que seguirá siendo así.
Durante los años de Seminario Mayor, ejercí una labor pastoral de fines de semana; el primer año que fui a un pueblo fue en 3º de Teología y fue a Villamayor de Calatrava, y los siguientes años fui a varios pueblos: a Brazatortas y Cabezarrubias del Puerto, a Porzuna y mi último año de pastoral, en 6º Teología ejercí la labor pastoral en Almodóvar del Campo, llevando a los jóvenes de confirmación, y es por lo que algunos ya me conocían antes de presentarme, y también estuve en Villamayor de Calatrava durante el fin de semana.
Doy gracias al Señor, por que en todos los momentos de mi vida ha estado presente ayudándome a avanzar por el camino correcto y ha confiado en mí para llevar su mensaje por todos los lugares del mundo donde quiera que vaya.
Ahora que comienza mi labor sacerdotal en Puertollano y en este pueblo de Almodóvar, del que conozco un poco, la labor que intentaré llevar a cabo es la de la catequesis de todos los niños y jóvenes, aunque también me veréis en diferentes misas, tanto durante la semana como los fines de semana, y en todo lo que se pueda hacer espero poder servir al Señor de forma continuada, creciendo en el sacerdocio y de forma física.
Desde aquí quisiera agradecer la presencia de todos vosotros, puesto que vais a ser los que me ayudaréis a formarme como sacerdote y además agradecido al Señor por que somos una comunidad de cristianos que formamos la única Iglesia de Cristo, al cual celebra cada día, y disfruta viéndolo muy cerca de nosotros
Estoy seguro que con nuestro esfuerzo, apoyo y cercanía, todos podemos hacer que cada día Cristo esté más cerca de nosotros.
Un fuerte abrazo.