La familia es una de las prioridades de la Iglesia. La cúpula eclesial está convencida que el futuro de la humanidad y de la Iglesia está en la familia; por eso quiere gastar sus mejores energías en esta realidad.
En la semana del 11 al 18 de enero (2009) se ha celebrado en México un “Encuentro Mundial de las Familias Católicas”. Miles asistentes de todo el mundo. El evento se desinfló un poco porque el Papa Benedicto XVI no pudo asistir por cuestiones de salud. “Lo extrañamos en México y lo vamos a seguir esperando con los brazos abiertos”, aseguró en la inauguración Felipe Calderón, presidente de México.
Delante de mí tengo un artículo publicado en un diario de Estados Unidos y la información que ofrece es muy sensacionalista. Sólo le interesa lo que se ha tratado del aborto, los matrimonios homosexuales, el divorcio y cosas por el estilo. En realidad el tema central no lo trata. Que por otro lado es muy interesante: “La familia formadora en los valores humanos y cristianos”.
¿Qué son los encuentros familiares? Son encuentros mundiales de las familias que fueron creados por Juan Pablo II. Se han celebrado en Roma (1994), Río de Janeiro (1997), Roma (2000, año del Gran Jubileo), Manila (2003) y Valencia (2006).
A veces iglesias locales organizan el día de la familia como ha ocurrido en Madrid el pasado 28 de diciembre. En este acontecimiento se afirmó lo que sigue:
“Queridas familias: si quisiéramos cifrar la verdad del Evangelio de la Familia en un aspecto central que la inspira e ilumina en su totalidad, habríamos de afirmar: la función esencial de la familia es ejercer de cauce primordial para que el hombre descubra que su vocación, la que constituye la razón de ser de su existencia, es el amor: ¡participación en el amor verdadero, en el tiempo y en la eternidad!; por lo tanto ¡la participación en el amor que viene de Dios y a Dios lleva! “El hombre no puede vivir sin amor” (Mons. Rouco Varela, Arzobispo de Madrid).
¿Qué son los valores? Lo bueno y lo positivo que hay en una persona. Informan todas las facetas de la vida y empujan a actuar de una forma determinada en lo cotidiano.
Hay personas que están desorientadas y no saben qué valores transmitir a la generación que viene detrás de nosotros. En este Encuentro Mundial de México se ha hablado de los siguientes valores: el amor, el respeto, la libertad, el desprendimiento, el valor de la vida y de la persona, el cuidado de los enfermos y ancianos… Se ha visto en la familia el manantial donde nace todo lo humano.
En un encuentro organizado por la Iglesia Católica es natural que se hable de la familia como educadora de la fe y los valores del Espíritu.
Me ha llamado la atención dos temas:
El primero: “Los valores del compromiso con la sociedad”. Es importante sensibilizar en la solidaridad, justicia y convivencia social. Espíritu de servicio y responsabilidad.
El segundo tema: “Los valores del cuidado de la creación”. Respeto a la naturaleza, animales, plantas y ambiente. Pero sin pasarse. El rey de la creación es la persona humana, digna del máximo respeto y veneración.
Me duele que la información que se ha dado sea tan tendenciosa. La Iglesia ha ofrecido un panorama espléndido de valores humanos y espirituales. No quiere imponerlos a nadie, los propone, los proclama y los ofrece a todos aquellos que quieren seguir el Evangelio.