Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Precisamente porque te has hecho uno de nosotros, porque hoy más que nunca nos has elegido a nosotros como tus hijos más queridos, tus predilectos, tus pelotas. Porque hoy, se puede decir más alto pero no más claro, hoy vas a ser: ¡Nuestro!
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque teniendo la agenda repleta de lugares donde acudir, has decidido dedicarnos el día de hoy a nosotros, y anulando todas las citas has decidido quedarte a nuestro lado, caminando por nuestros hogares, pisando nuestras mismas calles, pateando nuestros ambientes, moviéndote, como pez en el agua, por nuestros corazones.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy nos zumbarán los oídos a base de bien y nos sonará a "música celestial," porque hoy no dejarás de repetir nuestros nombres, de llamarnos una, dos, cientos de veces y, aunque nosotros estemos ocupados, comuniquemos o estemos fuera de cobertura, tú seguirás intentándolo las veces que sean necesarias hasta que te prestemos atención.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy vas a venir a nosotros, en forma de amigos, de oportunidades, de sonrisas, de buen rollo, de amor del bueno.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy te sentarás a nuestro lado en la gran escuela de la vida y nos enseñarás a cumplir tu voluntad. La voluntad de todo un Dios que se hace Maestro, Amigo, Hermano, Compañero y, sobre todo y ante todo, ¡Padre!
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy vamos a tener la inmensa fortuna de recibir tu Alimento, y no sólo eso, sino que vamos a poder partirlo y compartirlo con nuestros hermanos más necesitados.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy vamos a experimentar de una manera muy especial, "el pedazo de alegría" que supone recibir tu perdón. Porque hoy vamos a utilizar "la calculadora del corazón" para multiplicar setenta, ochenta o cien veces, tu perdón para con nuestros hermanos.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque tenemos 24 horas por delante para invocarte, para pedirte consejo, para acudir a ti sin cita previa, y de esta manera no perdernos, no desorientarnos, no caer en el error.
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Porque hoy nos vas a coger de la mano y del corazón para que nada ni nadie pueda alejarnos de ti, y contigo a nuestro lado podamos reinventarnos el día de hoy, librándonos así de la rutina de "todos los días lo mismo."
Padre, hoy sí, ¡hoy va a ser un gran día!
Sí, Padre, hoy es el día señalado, el día que tú has escogido para que podamos entrar en el libro de los récords Guinness, como aquellos que fueron capaces de convertir un día más, 24 horas más, en los 86.4000 segundos más felices en la existencia de un ser humano…
Del libro: “QUERIDO PADRE”. 60 Padrenuestros adaptados
José María Escudero (Editorial CCS)