En el número 203 de esta revista, con mucha ilusión dábamos a conocer el proyecto, que está realizando nuestro paisano Francisco Espinosa, sobre la fabricación de boquillas y también flautas de madera de brezo.
Nos explicaba su inventor que se habían hecho muchas pruebas con muy buen resultado y que posiblemente este invento será con el tiempo una revolución en el mundo de la música de viento.
En el citado escrito comentábamos que Almodóvar podrías ser conocido mundialmente gracias a este invento que se empezó a gestar en nuestro pueblo en los curso de verano del año 2005.
En los últimos días nos sorprenden las noticias del Ayuntamiento de Miguelturra, que ha firmado un convenio con la empresa de Francisco Espinosa y que en su nota de prensa dice:
"Dicho convenio consiste en la elección de la escuela de música de Miguelturra como centro de referencia y experimentación de un nuevo producto musical que en breve margen de tiempo representará una gran revolución e innovación en el mundo de la música."
Se refiere a las boquillas inventadas por nuestro amigo Francisco.
Más adelante, el alcalde de Miguelturra dice:
"Se está trabajando para que a través de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, Miguelturra sea la sede de un centro de formación que pueda desembocar en breve en un yacimiento de empleo para la localidad, generando mano de obra cualificada con amplios conocimientos tecnológicos y con el valor añadido de hacer algo puramente artesanal y único".
Sigue diciendo lanota, que el objetivo final es que el desarrollo de todo el proceso de fabricación pueda crear puestos de trabajos a través de empresas, autónomos, etc.
He de confesar que cuando leí la noticia en el periódico me dio mucha rabia y no llego a comprender por qué un proyecto que nace en el pueblo tiene que ir a desarrollarse a otro lugar.
Para poder confirmar todo ésto me fui a hablar con Francisco Espinosa y que me diera una explicación del por qué Miguelturra y no Almodóvar. Él me comentó, después de explicarme muchas cosas, que lo había hablado con el Ayuntamiento y lo ha ofrecido para llevarlo a cabo aquí y no se ha comprometido nadie.
Para terminar se me viene al recuerdo eso que comentamos mucho en Almodóvar referente a la estación del tren de Puertollano, que se pudo poner en el pueblo, pero alguien no le interesó y se trasladó a la localidad vecina con el consiguiente beneficio que después le trajo el ferrocarril.
A lo mejor el día de mañana si este invento, del que estamos hablando, llega a buen fin, nuestros hijos dirán: eso se fraguó en Almodóvar, pero por falta de apoyo, se lo llevaron a Miguelturra.
Dice el refrán que nadie es profeta en su pueblo. He de confesar con tristeza que este refrán lo vivimos frecuentemente en Almodóvar.