En la Semana Santa celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Domingo de Ramos:
Se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén subido en un asnillo humilde.
Jueves Santo:
Se celebra la institución de la Eucaristía: Se recuerda la Última Cena de Jesús, lavó los pies de los discípulos y convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y Sangre para que fuera luego nuestro alimento y fuerza para ser buenos cristianos.
Viernes Santo:
Es un día dedicado a la pasión y muerte de Jesús. Los cristianos también acompañan a Jesús en procesión.
Sábado Santo:
No se celebran misas. El sagrario está vacío y el altar de la Iglesia desnudo, para significar la muerte de Jesús.
Domingo de Resurrección:
Se celebra la resurrección de Jesús. Se celebra la eucaristía y se recuerda nuestro bautismo. El sacerdote enciende el cirio pascual y bendice el fuego y el cirio.
El cirio es símbolo de la Luz de Cristo resucitado, que guía a los cristianos en su vida.
Toda la Semana Santa es para mirar a Cristo y aprender de Jesucristo: él nos amó hasta dar su vida y quiere que nos amemos nosotros así unos a otros.