Los católicos celebramos en estos días la Cuaresma.
En este tiempo la Iglesia, y nosotros, nos preparamos para la Semana Santa. Comienza el miércoles de Ceniza.
Este día vamos a la iglesia a que nuestro cura nos haga, con ceniza, una cruz en la frente.
Esta costumbre es para recordarnos que todos algún día hemos de morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
La Cuaresma dura 40 días (hasta el Domingo de Ramos). Estos 40 días representan el tiempo que Jesús estuvo en el desierto sin comer para hablar con su Padre Dios, preparándose antes de salir a predicar.
También recordamos los 40 años de la marcha del pueblo judío por el desierto.
En algunas casas hay costumbre de guardar abstinencia el miércoles de Ceniza y todos los viernes, no comiendo carne o haciendo algún sacrificio.
También, algunos preparamos los enseres de la hermandad para celebrar la procesión en Semana Santa.
Pero lo realmente importante es lo que sentimos en la Cuaresma, ya que es un tiempo para arrepentimos de nuestros pecados, ser mejores y vivir más cerca de Cristo.
Tenemos que hacer un esfuerzo, ser verdaderos creyentes y vivir como Hijos de Dios.