Hna. María José Carrero ViñasQueridos amigos de Almodóvar:

Con mucho gusto al llegar estas fechas navideñas y con la invitación de D. Tomás, todo hay que decirlo, me hago viva desde este continente americano. Cuando llegué hace dos años  a estas tierras nunca me imaginé que me iba a encariñar de esta manera con estas gentes. Por el honor a la verdad, hubo unos meses en los que estuve un poco rebelde, pues mi corazón todavía permanecía en gran medida en África; me costaba traerlo todo a Ecuador.

El tiempo, las vivencias diarias, y como no, el amor de Dios por mí y por todo lo que me rodea me están cambiando totalmente y ahora vivo unos momentos en los que me siento plenamente misionera: canal de la luz y amor de Dios para mis hermanos y hermanas. Este es el mayor regalo de Dios y lo estoy disfrutando plenamente aquí.

En un principio pensé que la pobreza de África no era comparable a la de estas tierras. Pues necesidades me he encontrado aquí muy grandes, a todos los niveles. Es cierto que es el continente de las grandes injusticias: de la opulencia a la miseria extrema.    

Cuando voy a visitar una familia y si me dejara un poco de arroz blanco en el plato, en seguida viene un niño a acabar de comérselo o de chupar un hueso de gallina. Esto pensaba que solo sucedía en África, en cambio aquí también hay hambre por desgracia.

También mucha hambre de la Palabra de Dios. Los vicios y la superstición tienen cogidas a las personas en muchos casos. Solo el poder de la oración y la fe puede ayudarnos a liberarnos de tantas ataduras. Así que en algunas capillas estamos viendo cómo arreglar el techo o el piso, pues están muy deterioradas. La gente prefiere quedarse casi sin comer pero aportar su granito a la casa de Dios.

Sigo visitando varios recintos lejanos a Muisne, donde tenemos la casa. El acceso es difícil pero no imposible y la gratificación es grande al sentir la calurosa y gozosa acogida. Mi presencia es una bendición para ellos y cuando puedo intento llevar algo de comida.

Son zonas donde no hay luz, ni teléfono pues el gobierno las tiene como áreas de Reserva Ecológica y no permite el desarrollo mínimo para la subsistencia digna del ser humano. Son familias que han vivido por años de las fincas y siguen adelante pues no tendrían donde ir.

Cuando vienen a Muisne, por médicos generalmente, se pasan todo el día sin comer pues solo les alcanza para el bus, o algún otro transporte. Muchas veces se pasan por nuestra casa pues no tienen para pagar las medicinas, que son bastante caras.

EducaciónEl nivel de educación es muy bajo pues en estas áreas nadie quiere ir a enseñar y los profesores que llegan, lo hacen tarde en la semana y dejan un día antes para regresar con sus familias.

En la escuela católica, es la única en la que se da religión y los maestros son pagados por el Obispo, tenemos algunos niños pobres. El año pasado ayudé con lo que me mandasteis a siete niños de ocho años.

Me gustaría pedirles el favor de quien pueda colaborar eche una mano en la adopción de estos pequeños que de verdad lo necesitan, aproximadamente serian como unos 100 euros el aporte para que un niño pueda pagar su matrícula, sus libros y vestuario.

Sigo creyendo en la educación como medio importante para romper el círculo vicioso de la pobreza. Es una gran obra de caridad.

Otros dos casos que quiero poner a vuestra consideración son dos jóvenes, ex-alumnos míos en África. Me han escrito desde allá últimamente como último recurso para poder seguir sus estudios. Los recuerdo como niños muy pobres y con buenos resultados académicos.

A ellos les ayudamos cuando estuve allí y acabaron el instituto. En la carta que me escriben entiendo que han sido admitidos a una escuela de enfermería y de administración de empresas pero el costo de la matricula es muy alto, lo equivalente a unos 500 euros.

Esto les ha supuesto para sus estudios por tres años al no disponer de medios y se acordaron de mí. Yo lanzo las redes y si alguien siente en su corazón la llamada, recuerden que ese es Dios que les habla.

Todo esto lo pido con humildad y sabiendo que no es para mí sino para los más necesitados. Por ellos pediría lo que fuera. Lo necesitan. Igualmente les agradezco su esfuerzo pues sé que allá está la crisis tremenda y la vida se ha vuelto difícil también. 

Tienen el nombre de Providencia de Dios, pues he visto su mano poderosa a través de ustedes. Cuando por los gastos que he comentado se me acababan los depósitos, D. Tomas milagrosamente, me escribía diciéndome que me había hecho un depósito en el banco y esto me daba para seguir adelante bendiciendo a Dios y pidiendo por todos ustedes.

Me despido agradeciéndoles de corazón su generosidad. Que Papito Dios los siga bendiciendo mucho, mucho y en este año la Paz, el Amor  y el Gozo, sean las constantes en sus hogares.

¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2011!

Que la Virgen María los cuide siempre,
Con mucho cariño,