En este mes celebramos la venida de Jesús; pero realmente ¿ es así? ¿ lo recibimos de verdad?
A veces olvidamos lo que de verdad celebramos en estos días de Navidad; porque todo son prisas carreras por todas partes, hay que preparar el Belén, el árbol, las cenas, las comidas, los regalos, las veladas con amigos y familiares…
Tú ¿qué celebras en Navidad?
– Fiesta, alegría ficticia, vives el momento y luego ¿qué? ¿qué te queda?- aturdimiento, empacho…
En muchos casos, deseando que pasen estos días para ponerse a dieta o hacer propósitos para el nuevo año, que nunca cumples.
O, por el contrario, eres de las personas a quienes no les gustas la Navidad, porque les faltan personas muy queridas.
Yo lo que creo es que en nuestra vida hay muchas parcelas, en las que nos dejamos llevar, y otras están tan oscuras que no las queremos ni tocar por falta de tiempo o por miedo a lo que podemos encontrar.
Precisamente en este tiempo (sensiblero para muchos) es cuando tenemos que indagar en nuestro interior y buscar…
Buscar a nuestros seres queridos que sí están; no olvidar ni pasar de puntillas, por no pasar un mal rato. Al contrario, recordar, pero recordar con alegría, con paz, con esperanza de volverlos a tocar.
Vivir esos momentos en estos días, olvidando nuestras ingratitudes, nuestros abandonos.
Sabiendo que la luz que necesitamos es ÉL, el Señor, el que siempre está, el que no se va, el que te mira, el que te espera, el que tú tienes que encontrar para volver a resucitar, a renacer con Cristo nacido entre nosotros-
Entonces sabrás lo que es: NAVIDAD