Nuestra experiencia en El SalvadorQueridos todos: es muy grato para mí volver a encontrarme con vosotros desde estas páginas para contaros brevemente mi viaje, el pasado mes de noviembre, a El Salvador, ese pequeño país centroamericano en el que he pasado una gran parte de mi vida, compartiendo las alegrías y sufrimientos de aquellas gentes y dejando allí unos enormes lazos de afecto y de amor.

Hice este viaje con mi sobrina Miriam, de la que ya conocía su gran valía humana, pero en esta experiencia vivida juntas me ha reafirmado ese don tan grande que Dios le ha dado: la generosidad.

No ha escatimado ningún esfuerzo para que yo pudiese realizar ese viaje que tanto deseaba, ni tampoco lo ha hecho allí con los becados para que se sintiesen felices y pudiesen disfrutar de la visita de una de las madrinas, porque, desde un primer momento, ellos vieron a Miriam como la representante de las familias de padrinos de Almodóvar.

Se pueden imaginar la alegría de todos ellos y los agradecimientos con que nos recibieron en representación de todos ustedes por la ayuda que les están prestando.

Nuestra experiencia en El Salvador Para nosotras fue muy emocionante cuando les encontramos esperándonos con un cartel enorme de Bienvenida, todo adornado con cintas y globos de colores y con la presencia de todos los becados con buena parte de los familiares o amigos que les atienden.

Han sido días de gozo por el reencuentro con aquella gente tan querida para mí, aunque no ha estado ausente la tristeza que me ha causado ver lo poco que ha cambiado aquello desde que hace cinco años volví a España, ya que la pobreza, la desnutrición y la delincuencia sigue campando a sus anchas entre esta queridísima gente.

A lo largo del mes en el que les hemos acompañado, hemos compartido con las familias sus necesidades y hemos intentado buscar soluciones para paliar parte de su pobreza.

Nuestra experiencia en El SalvadorTristemente, hemos podido constatar su enorme pobreza y la falta de recursos para poderse ayudar y seguir adelante.
Ellos daban sus ideas para poder echar adelante pequeños  proyectos  que les puedan ayudar a paliar un poco su  penuria, aunque para ellos es imposible e impensable poder iniciar proyecto alguno sin la ayuda de todos nosotros.

Lo que nos gustaría, con estos proyectos que la Hermana Isabel, responsable de estos proyectos en El Salvador, les explica en la carta que se recoge en estas mismas páginas del periódico, es conseguir que ellos, poquito a poquito puedan ir saliendo solos adelante y que vean el fruto de su trabajo.

Para ello, catorce familias han presentado su pequeño proyecto para iniciar a lo largo de este año que empieza.

Se tratan todos ellos de negocios muy pequeños, que para nosotros pueden resultar simples e insignificantes, pero para ellos son una forma de irse abriendo camino poco a poco y de ver como pueden ser el sostén de su economía familiar.

Nuestra experiencia en El SalvadorAunque sé que los momentos que vivimos no favorecen mucho para echar andar proyectos, me anima a pedirles esto por la experiencia que tengo de su generosidad y el corazón tan grande, y siento que, con poco o con mucho, nos animaremos a poner un granito de nuestra parte.

Yo, en nombre de todos ellos se lo agradezco de corazón.

Sólo me queda decirles que mi reencuentro con aquellos hermanos salvadoreños  ha sido una experiencia que me ha servido para reafirmar, si cabe más, mi Fe en todos ellos y en nuestro Padre.

Y para Miriam ha sido, sin duda, una vivencia que jamás podrá olvidar.

Les aseguro que todo aquél que les conoce le deja con ellos parte de su propio corazón. Dios les bendiga a todos.

Hermana Francisca Fernández
 
HNAS. CARMELITAS MISIONERAS
Construyendo una nueva vida desde la marginación y exclusión

Nuestra experiencia en El SalvadorLa Comunidad de Carmelitas Misioneras estamos en el Cantón Plan del Pino desde 1971. Perteneciente al municipio de Ciudad Delgado, tiene una población de unos 26.237 habitantes repartidos en 62 grandes barrios con pequeñas comunidades cristianas de gente trabajadora.

Nuestra Parroquia se llama San José Obrero y hemos acompañado al pueblo todos estos años (desde la pastoral, la promoción humana y la educación). En tiempo de la guerra no abandonamos a nuestra gente y hemos pagado nuestro precio; además de las amenazas, vimos caer a algunos de los más valiosos de los laicos comprometidos en nuestra misión.  Nuestra comunidad cristiana parroquial es martirial.

Nuestro cantón tiene grandes problemas: el desempleo y subempleo, un alto índice de criminalidad por el problema de las pandillas o Maras, la emigración y la desintegración familiar. La crisis económica que viene golpeando al mundo entero, aquí se deja sentir con más fuerza, por lo que nuestra gente pobre sufre una enorme desesperación, más aún cuando la violencia desenfrenada está golpeando a la población joven.

Dentro de esta problemática, ya mencionada, tenemos un enorme problema de desnutrición de la que no se libran nuestros niños-becados; por proceder de familias de escasos recursos que sienten más fuerte este flagelo, y lo más duro es ver a esas madres buscar desesperadamente medios para sacar a sus hijos de esa situación.

Las Carmelitas Misioneras siempre buscamos la manera de paliar o erradicar esta situación, y un ejemplo es el Sistema de Becas que gestionamos, gracias a la generosidad de ustedes, para la Educación Básica y con el “Grupo Musical Madrid y Denver” para Bachillerato y Universidad.

Nuestra experiencia en El SalvadorAntes de venir la Hermana Francisca con su sobrina Miriam a El Salvador, pensamos en la posibilidad de impulsar algunos pequeños proyectos con las familias becadas, y estando ellas ya aquí, hemos trabajado esta idea con las propias familias para poder  impulsar pequeños negocios productivos que puedan ayudarles a subsistir. El resultado ha sido que 14 familias han presentado sus pequeños proyectos con la ilusión y el anhelo de poderlos llevar a cabo y comenzar a ser ellas mismas el motor de su sustento.

Les aseguro que estas familias tienen suficiente valía humana, impulso y capacidad de esfuerzo para poder sacar adelante estos pequeños proyectos productivos. Con ellos se pretende mejorar las condiciones de vida de las familias de mínimos recursos económicos, pero que desean  superarse y trabajar día a día para mejorar su vida y la de sus familias, mejorar los niveles de alimentación y nutrición, y que sus niños puedan tener un digno nivel de educación, ya que este es el mejor camino para que puedan salir de la marginación y de la pobreza.

Nuestra experiencia en El SalvadorLas metas que perseguimos con estos proyectos son que las madres de familia vean que su participación en pequeños proyectos es un paso importante para que sean ellos mismos los motores de su propio desarrollo. Hablo de madres de familia, porque aquí, en El Salvador, es la principal figura en la que se pueden apoyar los niños ya que el padre en muchos casos no está presente en su vida.

Los 14 proyectos presentados corresponden a familias de niños becados, con una fuerte iniciativa para poder llevar a cabo estos pequeños negocios. Ante nuestros ojos pueden parecer insignificantes, pero para ellos podrían ser el sustento de su economía familiar. Fíjense que, por ejemplo, con 200 dólares (unos 150 euros) esta familia salvadoreña que ha presentado su proyecto puede comenzar a trabajar en un establecimiento de tienda de venta de ropa. Claro que para ella, esos 200 dólares es una cifra descomunal e impensable de poder conseguir en toda su vida.

Los presupuestos presentados para estos pequeños negocios son los siguientes:

Tipo de Negocio  Presupuesto en euros
Taller y venta de artesanía  560
Pequeña tienda familiar  280
Venta de tamales y popusas  230
Venta de productos varios  180
Venta de ropa  180
Venta de verduras y tamales  180
Venta de ropa interior  180
Venta de pan  180
Comedor popular  460
Venta de atoles y pasteles  180
Venta de hamburguesas  180
Venta de tortillas  270
Tortillería  230
Total  3.110

 

Presupuestos totales:
 
Negocios productivos  3.000 euros
Para formación  350 euros
 Para Transporte de productos  220 euros
 TOTAL  3.580 euros

 

Nuestra experiencia en El SalvadorPara apoyarlos y poder iniciarlos, hemos preparado también unos talleres de formación que contarán con el apoyo de las Carmelitas Misioneras y de Felipe Aldana, un laico comprometido con nuestra comunidad como Asesor de Pequeños Negocios.

Por la experiencia que tenemos de apoyar a algunas familias que han llevado a cabo  proyectos similares a estos, creemos que este nuevo impulso dignifica a estas familias y les ayuda a reforzar su maltrecha economía familiar a través de su propio trabajo.

Las Hermanas Carmelitas Misioneras apelamos a su generosidad de todos ustedes para que colaboren con alguno de estos pequeños negocios, de forma total, haciéndose cargo del presupuesto de alguno de ellos, o parcialmente.

Esperamos que ustedes sepan valorar el proyecto que presentamos a favor de nuestros becados/as y sumen esfuerzos con la ayuda de Dios para que esta esperanza se pueda convertir en una realidad.

Me despido deseando que Emmanuel, El Salvador y liberador de todos y, en especial, de los pequeños de la tierra, se haga sentir fuerte en todos los padrinos que con su solidaridad dignifican la vida de nuestros hermanos.

Hermana Isabel Nogales, CM.