“Del trigal que nos queda en la mirada
después de tanta espiga sucedida,
¿quién concilia, quién salva este desorden
de pan tan derramado en la mesa?”
(Carlos Baos Galán)
Soñaste siempre con la viva llama
del Absoluto, en búsqueda constante
de la luz que persigues, caminante
hasta el pozo de amor que te reclama.
Más insomnio que sueño lo que inflama
como una melodía acariciante
de esa aurora, mujer apasionante
que en tus versos al punto se derrama.
Tus poemas nos hablan a diario
de una sangre de vivas sensaciones
y del hombre en sus sueños vulnerable.
Un rapto el corazón hospitalario
se hizo vida de ensueño y emociones
como cauce del verso inagotable.
Luis García Pérez
Este soneto escrito por Luis García está tomado de su libro “Los poetas que partieron” y es un homenaje a Carlos Baos, cuya presencia física hemos perdido, pero que nos ha dejado una impronta imborrable a través de su obra.