Como cada año, la Conferencia Episcopal Española ha hecho pública su Memoria Anual de Actividades, correspondiente al Ejercicio de 2009.
Y las cifras no pueden ser más reveladoras: más de 3,6 millones de personas fueron asistidas por la Iglesia, frente a los 2,7 millones del año anterior; atendió más de 4.800 centros de asistencia social para, por ejemplo, mitigar la pobreza y asistir a enfermos, ancianos y niños…
En términos totales, fueron 3.646.332 las personas atendidas por la Iglesia: 881.613 más que en 2008. Y eso, a pesar de que, como recoge el documento, la crisis provocó que la Iglesia redujese más del 12% sus ingresos, procedentes, en un 80%, de las colectas y suscripciones de los fieles…
El documento divide en tres bloques la labor de la Iglesia: la actividad litúrgica, la pastoral, y la asistencial y educativa.
El primero, la actividad litúrgica, refleja la práctica sacramental desarrollada por la Iglesia. Así, en 2009, los sacerdotes llevaron a cabo, entre otras celebraciones, 314.719 bautismos, 91.281 bodas y más de cinco millones de Eucaristías.Como apuntó D. Fernando Giménez Barriocanal (Vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia episcopal española), la Iglesia desarrolla esta actividad litúrgica “para cumplir con su misión”, y porque hay millones de personas que lo demandan y que lo hacen posible. De ahí que esta labor se sostenga sobre una no menos abrumadora actividad pastoral.
Así, en 2009, la Iglesia empleó más de 43 millones de horas de dedicación a los demás, desarrolladas por 18.825 sacerdotes, 54.890 religiosos y más de 70.000 catequistas y agentes de pastoral. Un ejército de personas para, como señala el documento, “el acompañamiento personal de los fieles, el asesoramiento espiritual y la colaboración en su período de formación permanente”.
Una ayuda única en España:
Como explicó Giménez Barriocanal, la mayoría de los recursos que emplea la Iglesia son gratuitos, pues parten de voluntarios, y se hace un uso más que eficiente de ellos, por lo que cada euro que se invierte en la Iglesia rinde como dos veces y media en su servicio equivalente en el mercado.
Así, el coste que tendrían las actividades ofrecidas por la Iglesia, si fuesen contratadas en el mercado, sería de 1.889 millones.
La consecuencia de esta actividad litúrgica y pastoral es una abrumadora actividad caritativa y asistencial, que hace de la Iglesia “la primera red asistencial para los ciudadanos que hay en España”.
En crisis, la gente sabe dónde ir:
El Vicesecretario para Asuntos Económicos también aseguró que, con los datos en la mano, “es evidente que, cuando hay crisis económica, la gente sabe dónde tiene que acudir”.
Y, efectivamente, las cifras lo demuestran: en 2009, la Iglesia asistió a casi un millón y medio de personas (1.435.135) en 1.769 centros para mitigar la pobreza, entre delegaciones de Caritas, comedores, parroquias, albergues, etc.
En el terreno educativo, la Iglesia sostuvo 5.347 centros católicos, donde estudió casi un millón y medio de alumnos, y que ahorraron al Estado 4.399 millones de euros, por la diferencia que hay entre el coste del puesto escolar en un centro público y en uno concertado.
Contribución a la sociedad:
Además, la Iglesia sostiene, entre otros centros, 87 hospitales, donde, en 2009, trató a más de 881.000 enfermos; 763 casas en las que fueron atendidos 63.237 ancianos, enfermos crónicos y minusválidos; 56 centros donde se asistió a más de 5.000 mujeres víctimas de violencia y ex prostitución; 73 centros de rehabilitación que atendieron a más de 42.300 drogadictos y toxicómanos; 172 orfanatos y centros de tutela que atendieron a más de 20.300 niños; 259 Centros de Orientación Familiar que ayudaron a casi 20.000 personas con problemas familiares; 91 centros de asesoría jurídica que prestaron ayuda a 19.658 personas sin recursos; 272 centros de promoción del trabajo que dieron asistencia a 76.420 personas; y 786 centros de asistencia para 391.120 emigrantes y refugiados.
Estas cifras hablan por sí solas.
(en Rvta. “Alfa y Omega” 23-junio-2011)