Schubert nació en Lichtenthal, cerca de Viena, el 31 de Enero de 1797.
Fue considerado el introductor del Romanticismo musical y continuador de la sonata clásica de Beethoven, así como el primer compositor de lieder (breves composiciones para voz y piano): dio nuevas formas de adecuar la música a los textos.
Un dato que lo diferencia con el resto de los grandes compositores es que fue el primer compositor que no fue director o virtuoso que diera recitales delante de su público. Su misión era componer.
Hijo de un modesto maestro de escuela y una familia humilde, (fue el duodécimo de trece hermanos) aprendió de su padre la técnica del violín y de su hermano mayor, la del piano.
A los once años entró como cantor en el coro de la capilla de la corte donde fue alumno de Salieri, (en una ocasión éste dijo: él debe ser enseñado por el mismo Dios) empezando a crear sus primeros lieder a los catorce años (a los diecinueve años había escrito ya más de doscientos cincuenta lieder).
Cuando cambió la voz (a los 16 años), su padre quiso que trabajara como ayudante en su escuela; durante los tres años siguientes enseñó en la escuela de su padre, pero no olvidaba su amada música.
En 1815 conoció a Schober, quien era un estudiante de leyes de buena familia, para quien la música de Schubert era un deleite, por lo que convenció a Schubert para que dejara el trabajo de maestro y se fuera a vivir con él, lo que motivó el enfrentamiento entre padre e hijo y el abandono de la casa de sus padres.
En Viena Schubert llevó una vida bohemia rodeado de intelectuales que amaban la música y el arte, amante de las tabernas y de los ambientes populares, alejado de los salones de la nobleza; por ello, nunca logró mantenerse sólo con sus composiciones y necesitó de la amistad de sus amigos, que lo acogían en sus casas.
Los escritos sobre textos de éstos amigos eran interpretados en reuniones privadas, conocidas con el nombre de schubertiadas (reuniones de amigos de Schubert de todos los ámbitos dedicadas a la música y a la lectura):
El caminante, La trucha, A la música, La muerte y la doncella o el celebérrimo Ave María.
En 1828, Schubert dio el único concierto público en su vida, organizado por sus amigos.
El 19 de Noviembre de 1828 murió de una gonorrea complicada con una fiebre tifoidea.
Se hablaba de Schubert por su afición al alcohol y las relaciones que tuvo a lo largo de su vida.
Las obras más interesantes a destacar son:
– Sinfonía nº 4 : Trágica.
– Sinfonía nº 5 en si b mayor.
– Sinfonía nº 8 : Inacabada (o Inconclusa).
– El canto del cisne.
– La bella molinera.
– Rosamunda.
– Tres marchas militares.
– Ave María.