El pasado 11 de Diciembre, Almodóvar del Campo selló una página muy brillante en la historia de su música local al conseguir homenajear a uno de los pilares más importantes que ha dado nuestro pueblo: D. Pascual Solís Redondo.
El acto fue sencillo y emotivo que finalizó con unas pinceladas musicales de los dos grupos que dirigió en sus últimos años: el Coro parroquial «Ntra. Sra. de la Asunción» y el grupo de villancicos de las Misas de la Virgen.
En este artículo me gustaría dejar claro que el homenaje no es de la familia, sino del pueblo al que él adoraba y de las gentes a las que él tanto quería.
Almodóvar del Campo debe sentirse orgulloso por haber tenido personas que han destacado en la literatura, pintura o música.
Pero, para mí el verdadero hijo predilecto es aquella persona que vive, se relaciona, trabaja y disfruta con sus paisanos el día a día, año tras año.
Ese fue mi padre; él rechazó un trabajo de profesor de clarinete en el Conservatorio Superior de Córdoba a cambio de conseguir que la música tuviese un papel importante en la vida cultural de su pueblo y de sus gentes, y un dato muy importante es que todo lo que llevó a cabo lo realizó altruistamente, sin pedir nada a cambio.
Aprovecho este espacio, que me ofrece D. Tomás, para agradecer:
a Jesús García (suya fue la idea),
a la Asociación «Amigos de la Historia» (respaldaron y consiguieron este merecidísimo homenaje póstumo con Dª M. Carmen Martínez a la cabeza),
a José Antonio y Pepe Lara (fieles amigos de Pascual, encargados de coordinar todo el acto),
a Isaac Pérez y Joaquín Notario (consiguieron un decorado precioso y muy elaborado),
a todo aquél que aportó ese donativo económico para conseguir la placa conmemorativa que, con tanto arte y talento, ha conseguido D. Fernando Kirico, profesor en la Escuela de Arte de Ciudad Real (excelente trabajo de este gran escultor), y, por supuesto,
a nuestro alcalde D. José Lozano, su concejala de cultura Dª Marta y su grupo de gobierno, a los cuales quiero agradecer y agradeceré de por vida el haber conseguido institucionalmente que Pascual Solís Redondo sea historia de Almodóvar del Campo.
Personalmente, quiero expresar que para mí fue un orgullo haber tenido a mi padre como profesor de música porque me enseñó a amar la música, pero sobre todo, el orgullo más grande fue tenerle como PADRE.
Para finalizar, os deseo a todos que paséis unas Felices fiestas en compañía de todos vuestros seres queridos.
¡FELIZ NAVIDAD!
¡FELIZ AÑO NUEVO!