En Almodovar del Campo,
pueblo de la Mancha baja,
allá por el 1500 nació Juan de Ávila.
En la parroquia de Almodovar se bautizó,
y fue preparado para hacer su primera comunión.
Juan de Ávila escuchó al Señor,
dejó todo y se hizo sacerdote y predicador.
Su casa y especialmente la cueva
son testigos de su oración.
En memoria de sus padres en su pueblo natal su primera misa cantó, rodeado de doce pobres que luego en su mesa sentó.
Para el sacerdocio a muchos jóvenes formó,
colegios y universidades fundó y dirigió.
A los más pobres ayudó,
y con ellos pobremente vivió.
Sus escritos y sabios consejos
a las almas llenaron de amor.
A Santa Teresa de Jesús
espiritualmente dirigió.
Por el bien de las almas trabajó
y a grandes personas convirtió.
Al catecismo se dedicó
y a niños y mayores la doctrina cristiana enseñó.
En Córdoba, Granada y Sevilla residió
y en Montilla el 10 de mayo, falleció.
Isabel Muñoz Arias, 11 añosColegio “Virgen del Carmen”