En Almodóvar del Campo vio la luz primera Juan de Ávila Gijón un 6 de enero de 1500.
I.- PÓRTICO
Qué gloria de Almodóvar ser la cuna
de un santo tan vital y virtuoso
y que prodigio tan maravilloso
resplandecer su luz como ninguna.
San Juan abandonó toda carrera
y templaba con suma penitencia
su espíritu de amor en la conciencia
empuñando el amor como bandera.
Donó todo a los pobres con prestancia
en su pueblo natal, porque sabía
que había que abrazar la cercanía
y remontar el vuelo y la distancia.
Apóstol singular de Andalucía,
predicador y asceta consumado
y del amor a Dios enamorado
que en su propia palabra florecía.
Supo también sufrir con desconsuelo
y estuvo injustamente procesado
por alta Inquisición encarcelado,
mas triunfó su verdad en este suelo.
II.- AUDI, FILIA ET VIDE…
Libro espiritual de gran talento
contra malos lenguajes de este mundo,
de la carne y demonio furibundo
para vencerlos con el sentimiento.
Qué tratado de fe y conocimiento,
penitencia, oración, siempre fecundo
amor a los demás con un rotundo
fervor y singular convencimiento.
Meditar la Pasión con esa hondura
de la contemplación tan meridiana
hizo de ti bastión de la hermosura.
Y tu palabra como flor hermana
floreció en el jardín de la ternura
con devoción tan pura, tan cristiana.
III.- PREDICADOR Y ASCETA CONSUMADO
La perfección es símbolo de asceta,
la que siempre buscaste en tus sermones
tratando de incendiar los corazones
con el amor a Dios en tu maleta.
Tu voz tenía altura de cometa
convenciendo a las almas con razones
del Evangelio santo en tus misiones
que llevaban la Gracia más completa.
Ejemplo de virtudes, con tu aldaba
despertaste conciencias indolentes
como viento que al trigo alabeaba.
Y presentaste a Dios y sus vertientes
con un ardor tan alto que colmaba
el agua generosa de tus fuentes.
Entre otras muchas conversiones, S. Juan de Ávila logró la del Duque de Gandía, más tarde S. Francisco de Borja, la del librero Juan Ciudad, después S. Juan de Dios o la de la dama Sancha Carrillo a la que había dedicado el Audi filia…
IV.- CARTAS ESPIRITUALES
Tus cartas cual palomas mensajeras
volaban con estelas presurosas
y llevaban perfumes de tus rosas
conquistando a las almas con certeras
palabras de encendidas primaveras,
de firmes conversiones prodigiosas
por sendas de virtudes religiosas
de las almas felices más austeras.
Sierras y pueblos, toda Andalucía,
las tierras de La Mancha, Extremadura
vibraron con sermones a porfía.
Y tu voz y tu ejemplo, tu estatura
era canto de amor y de alegría
forjado en el amor de tu andadura.
V.- A CRISTO CRUCIFICADO
Este soneto del amor constante
basado en la razón de ser Dios mismo
se te atribuye, pero da lo mismo
pues tu palabra sabia y palpitante
irradió con ascética anhelante
repleta de bondad y de altruismo
desde el íntimo afán del cristianismo
como alondra de luz peregrinante.
No amabas por un cielo deseado
ni temías por miedo a la condena,
pues tu amor era puro y confiado.
Sólo sufriste con la dura pena
de verte incomprendido y olvidado
por las almas de indómita cadena.
DOCTOR UNIVERSAL
Beato, santo, tienes tus altares
floreciendo en la fe más sustantiva.
Doctor Universal, luz rediviva
para evangelizar entre olivares.
Hoy tienes tus radiantes palomares
con el alma entregada, ya cautiva
del Amado que vela, que cultiva
tu corazón con místicos cantares.
Quiero ser en la paz de tu corola
una gota entrañable de rocío,
navegar por tu mar, ser caracola
o balandro en el cauce de tu río,
ser lágrima o juncal, humilde ola
en los duros rigores del estío.
Luis García Pérez es natural de Pereruela de Sayago (Zamora) y residente en Puertollano; maestro de Educación primaria y Licenciado en Filología Hispánica por la UNED, en cuya universidad ha realizado cursos de Doctorado.
Cuenta en su haber con unos 450 premios literarios de ámbito nacional e internacional en los géneros de poesía, narrativa y ensayo.
Pertenece al grupo literario Guadiana, de Ciudad Real y dirige la revista de creación «Alforja de Estaribel».
Ha publicado varios libros de poesía