NavidadLas puertas del amor

La Puerta del Amor,
enteramente abierta;
Dios empequeñecido,     
nuestro «diosito»
pasó por ella;
 pequeño y pobre, Dios,
¡el hombre grande y rico!

El Dios-Amor, mendigo,     
llama de puerta en puerta,
llama otra vez y llama,
no encuentra amor en ellas.
Llama ahora a la tuya,
llama temblando,
que te quiere infinito,
te quiere tanto,
y teme el desengaño.
    
Abre al Amor tu puerta,
no temas nada;
el Amor vence todo,
la fe te basta.
¡Qué Navidad tan rica:
un Dios pobre en tu casa!

Milagro María

Todas sus entrañas
estremecidas
con toque divino,
el más bello beso
bajado del cielo
de inmensa ternura:
lo humano y divino
en ella se suman,
y… Dios floreciendo
en una criatura.

NavidadOfrece su niño
bendición divina
que alegra, que cura
con tres medicinas:
el vino, el aceite,
pan de Eucaristía:

Gracias, Panadera;
trocito a trocito
lo coman los niños
con miel y con leche;
es pan de amores,
con vino y aceite
coman los mayores;
comen de postre, la vida,
la muerte es vencida.
    
Y todas las guerras
se vayan corriendo
a hacer «muchas y buenas».
No más tiranías,
amor es la estrella;
la paz por bandera,
justicia y derecho
consiguen victoria,
y así glorifican
al Dios-Niño-Amor,
que cambia la historia.