La festividad de los Mayos es una de las más antiguas que se conservan en toda la Península Ibérica.
Inicialmente fue una festividad pagana como celebración de la exaltación de la primavera, pero ha sido asimilada como fiesta religiosa en honor a la Virgen María.
Es costumbre en muchos lugares de España que la noche entre el 30 de abril y el uno de mayo, los vecinos se reúnan con sus guitarras y bandurrias para ir por parroquias o por casas cantando unas típicas canciones, que mezcla tanto estrofas relativas a la Virgen María como a la llegada del mes de mayo.
A continuación vais a leer cómo se desarrollan los mayos en algunas comunidades:
En Castilla y León, los cantos especialmente dedicados a esta celebración, en principio, dedicados a la Virgen, sirvieron luego para rondar a las mozas casaderas, a las autoridades y a los funcionarios recién llegados al lugar. Una orquestilla solía acompañar a estos rondadores.
Son habituales las canciones populares, generalmente entonadas en grupo, pudiendo igualmente aprovecharse para rondar a las jóvenes de la localidad. La moza rondada o «maya», quedaba obligada a invitar al mozo a una buena merienda.
También se celebra en algunos lugares de Castilla con cruces adornadas de flores (Cruces de mayo) en muchas poblaciones.
En Castilla-La Mancha la tradición de los mayos está muy extendida.
En Santa Cruz de la Zarza (Toledo) tiene lugar en la actualidad la noche del 30 de abril.
Las rondallas cantan el primer Mayo a la Virgen del Rosario y después recorren el pueblo cantando y tocando instrumentos de pulso y púa: guitarras, laudes, bandurrias, etc.
durante toda la tarde-noche, y todas las chicas reciben su Mayo, dedicado por el novio, amigos, etc.
En el pueblo de Totanés, (Toledo) existe otra canción popular, con la misma música y entonación que la de los mayos, que se conoce como los sacramentos, con la que se sigue rondando a la joven.
En esta canción se va haciendo un comentario amoroso a la joven tras cada sacramento, finalizando con la pedida de matrimonio.
En Pedro Muñoz (Ciudad Real), también cada año el 30 de abril los mozos se reúnen para rondar a las damas y reina de las fiestas y donde se celebra un festival nacional de mayos.
En Piedrabuena, también se canta el mayo a la Virgen la noche del 30 de abril, donde se da la bienvenida al mes de Mayo, y durante toda la madrugada y el día 1 de mayo se canta el «Mayo Ventanero» tradicional canto de ronda a las solteras o casadas, acompañado de un dulce típico llamado Hornazo.
Hace alrededor de una década que algún grupo de mayeros se animó también a cantar el Mayo a San Bartolomé (24 de Agosto) lo que nos hace oír el mayo fuera de sus fechas típicas, pero con el mismo entusiasmo.
En Pozorrubio (Cuenca) el «primer mayo» se canta el día 30 de abril a las doce de la noche en la puerta de la Iglesia y dirigiéndose a la Virgen María, solicitando su licencia para cantar los mayos; el «segundo mayo» se canta al Párroco; el «tercer mayo» al Alcalde y el «cuarto mayo» al Juez de Paz.
Después, todo el grupo de cantores se concentran en un bar y, allí mismo, acaban la fiesta.
Antiguamente los mozos solían cantar los mayos a las jóvenes o doncellas que trataban pretender y se cantaban durante toda la noche, casa por casa y con una pintura de colores hacían una especie de ramo en la puerta, escribiendo lo que pretendían de la moza.
En Murcia hay dos variantes:
Por un lado y fundamentalmente en el ámbito de la Huerta de Murcia las rondallas salen a cantar coplas denominadas «mayos», la noche del 30 de abril.
Los grupos de música tradicional recorren calles y plazas, deteniéndose ante las cruces floridas que decoran algunos balcones y puertas de las iglesias como anticipo de la inmediata Fiesta de la Cruz.
Esta celebración, cuyo origen fue de ronda, pues se realizaba para cortejar a las damas, se sacralizó y las piezas que se interpretan no sólo enfatizan ya la belleza de la mujer o la fecundidad de la tierra, sino también de un modo muy especial a la Virgen.
En Alhama, los «mayos» son peleles confeccionados por los vecinos con trapos y paja, los cuáles protagonizan escenas satíricas y burlonas de muy diversa índole.
Con la llegada del mes de mayo, las calles de la localidad quedan invadidas por grupos de muñecos en mitad de una tramoya de muebles y decorados artesanales, caricaturizando con ellos temas de actualidad o acontecimientos dispares en torno a personajes locales.
En Galicia esta fiesta recibe el nombre de Festa dos Maios: Se organiza una competición en la que se premian los mejores maios, que son composiciones que se hacen con flores, hierba, helechos, frutas y huevos como materiales más habituales, que se pueden emplear en dos clases de trabajos: los tradicionales, en forma de cono de gran altura recubierto de vegetación, y los artísticos, que constituyen auténticas esculturas vegetales.
En Andalucía, en Castro del Río (Córdoba), es típico celebrar la fiesta de las cruces de mayo adornando casas, rincones y plazas con cruces hechas de manzanilla.
En unos pocos lugares también se hacen hogueras.
En Extremadura también predomina la celebración de las Cruces de Mayo sobre otras formas de celebrar dichas fechas a diferencia de en Castilla.
La más conocida es la de Feria, donde también se representa el auto de la Entrega.
En algunos pueblos del norte de Extremadura, especialmente en el Valle del Jerte también se plantan troncos de árboles parecidos a los mayos de otras zonas, pero dicho acto se reserva para el día de San Juan, no para mayo.
En Aragón coincide en sus formas con las de Castilla León y Castilla La Mancha. Son varios los pueblos de la serranía de Teruel y de su provincia que celebran el canto del Mayo o de los Mayos.
En la mayoría de ellos, con pequeñas variaciones en la tonada y en la letra se le canta primero a la Virgen y luego a las «Mayas» o Reinas y damas de las fiestas.