La Cuaresma empieza el miércoles de ceniza y nosotros, que somos cristianos, nos vamos preparando para la Semana Santa.
En este tiempo de cuaresma tenemos que hacer cosas que alegren a Jesús: ser obedientes; no contestar; no decir palabrotas…, y querer mucho a todo el mundo. Y todo lo hacemos para ser mejores.
La Cuaresma dura cuarenta días y, después, llega la Semana Santa.
Jesús llego a Jerusalén para celebrar la última Cena. Mucha gente lo quería mucho, porque era el Hijo de Dios y daban palmas de alegría.
Lo sacerdotes judíos lo acusaron de ofender a Dios por llamarse Hijo de Dios y el Gobernador Poncio Pilato mando a los soldados que le pusieran una corona de espinas; después le hicieron cargar con la cruz hasta el monte Calvario, que estaba a las afueras de Jerusalén. En el camino, un hombre, que se llamaba Simón de Cirene, le ayudo a llevar la cruz.
Cuando llegó al monte Calvario, lo crucificaron y, después de morir, José de Arimatea lo bajo de la cruz, lo envolvió en una sábana blanca y lo llevo al sepulcro.
Al tercer día, Jesús resucito para salvarnos a todos.
Nacho Coello Dorado
3° de primaria
Colegio «Virgen del Carmen»
La duración de la Cuaresma es de cuarenta días; esto proviene de varias referencias bíblicas y recuerda los cuarenta días de Jesús en el desierto previos a su misión pública.
También simbolizan los cuarenta días y cuarenta noches que duro el diluvio. También los cuarenta años de la marcha del pueblo israelita por el desierto.
La cuaresma tiene cinco domingos más el domingo de Ramos. En los primeros años de la Iglesia la duración de la cuaresma variaba. Finalmente, alrededor del siglo IV se fijó la duración en 40 días.
Miriam Prados
5° de primaria
Colegio «Virgen del Carmen