También en Pascua, y siempre de la mano de María, podemos hacer que brote un corazón nuevo, resplandeciente…, perdonador…Y todo el año es tiempo para, como María, crear un corazón nuevo. Aunque siempre es demasiado pronto para juzgar si lo merecen.
– Nunca es demasiado tarde para perdonar…
Aunque siempre es demasiado pronto para llegar a las manos.
– Nunca es demasiado tarde para sonreír…
Aunque siempre es demasiado pronto para lamentarse.
– Nunca es demasiado tarde para implicarse…
Aunque siempre es demasiado pronto para pasar de largo.
– Nunca es demasiado tarde para abrirse a los otros…
Aunque siempre es demasiado pronto para cerrarse en sí mismo.
– Nunca es demasiado tarde para dar el primer paso…
Aunque siempre es demasiado pronto para obsesionarse con la meta.
– Nunca es demasiado tarde para edificar puentes…
Aunque siempre es demasiado pronto para construir muros.
– Nunca es demasiado tarde para ser feliz…
Aunque siempre es demasiado pronto para sentirse un desdichado.
– Nunca es demasiado tarde para amar…
Aunque siempre es demasiado pronto para juzgar si lo merecen.
– Nunca es demasiado tarde para soñar y arriesgar…
Aunque siempre es demasiado pronto para bostezar y «seguir tirando.»
– Nunca es demasiado tarde para nacer a una vida nueva…
Aunque siempre es demasiado pronto para seguir muriendo en vida.