En este artículo os voy a recomendar una película interesante que me gustaría que pudierais ver; es la historia de un músico que descubre su verdadera vocación: enseñar a los jóvenes a entender la vida a través de la música y la entrega total a su labor educativa.
En 1965, Glenn Holland es un músico que se ve obligado por problemas económicos a dedicarse a la docencia en una escuela norteamericana.
Al principio no logra enseñar ni despertar interés en sus alumnos, pero poco a poco comienza a ganarse el cariño de ellos.
Cuando su mujer Iris, queda embarazada, deciden usar los ahorros de una futura orquestación para mudarse a una nueva casa.
Pronto se darán cuenta de que su hijo Cole tiene una sordera del 90 por ciento, lo que traerá algún distanciamiento con su familia por no comprender cómo abordar la situación, volcando su energía en sus alumnos.
Una joven alumna que comparte con él su pasión y la emoción por la música, se enamora de Glenn y éste se ve ante un delicado dilema.
La muerte de John Lennon en 1980 introduce un nuevo acercamiento con su hijo, al mostrarle Cole que también sabe y aprecia la música y su profesión: ¿Crees que no me importa lo que haces o lo que te gusta? ¡Tú eres mi padre! Me podrías ayudar a conocer mejor la música, pero te preocupas más por otros que por mí.
En 1995, se ve despedido por recortes presupuestarios; el director le anuncia que deben prescindir de su asignatura, y no sólo la suya, sino todas las relacionadas con el arte.
Todo su mundo se viene abajo entonces, y se pregunta si valió de algo haber dedicado su vida para que al final nadie lo recuerde. Cuando entonces lo sorprende una grata sorpresa de sus ex-alumnos para su despedida.
Holland aprendió dos verdades:
- La primera es la diferencia entre profesor y maestro: el profesor se limita a enseñar una materia concreta y sólo tiene alumnos; el maestro, implicando su propia personalidad, orienta la vida de los jóvenes, les ofrece respuestas, crea escuela y hace discípulos.
- La segunda: «enseñar es aprender dos veces».
Entre otros temas que aparecen, destacan:
La enseñanza como vocación y dedicación; la ilusión por el arte, sacar lo mejor de sí mismos; el agradecimiento de los alumnos recordando a sus profesores; la rutina en el trabajo sin ilusión para despertar el interés de los alumnos, enseñar a los discapacitados con un cariño especial, mejora de los métodos pedagógicos; la importancia del profesor para demostrar y enseñar al alumno el esfuerzo y el sacrificio y el saber apreciar la belleza de la cosas o la importancia en la enseñanza de la sintonía que tiene que haber entre los padres y los profesores.
Os puedo asegurar que desde que soy profesor, intento todos los días ser Holland.
¡Feliz verano!