Amiga, amigo: Seguramente que hayas oído en más de una ocasión cómo alguien da la campanada (un compañero que cuenta sus exámenes por suspensos y de repente saca un diez, un futbolista que lleva dos goles en su larga carrera deportiva y en un partido marca tres…).
Dar la campanada, llevar a cabo una acción inesperada y que causa un gran impacto…
Pues bien, Jesús de Nazaret sigue dando la campanada año tras año, Navidad tras Navidad; y sin embargo nosotros seguimos haciendo oídos sordos y, lo que es peor, corazón totalmente «en off.»
Te invito a que este año, durante estas navidades, estés atento a las campanadas que hace sonar Jesús en tu corazón…
Si eres capaz de reconocerle y escucharle en tu vida, en tu corazón, entre tu gente, tú mismo te asombrarás, dando la gran campanada de la auténtica felicidad…
¿Te atreves?
Hace más de dos mil años Hoy
• 1.- Hace más de dos mil años María y José tienen que dejar casa y familia y emigrar a otra tierra, a otra cultura…
• 2.- Hoy, muy cerca de ti, «los María y José del siglo XXI» siguen sus mismos pasos.
• 3.-Hace más de dos mil años no había sitio en la posada…
• 4.- Hoy sigue sin haber sitio, ni en nuestro hogar ni en nuestro barrio ni, desgraciadamente, en nuestro corazón.
• 5.-Hace más de dos mil años María y José tuvieron que guarecerse en una cueva, en un pesebre…
• 6.- Hoy no les queda más remedio que escoger el banco de una estación de una estación de autobuses o el de un parque, la litera de un albergue o la acera de un polígono industrial.
•7.- Hace más de dos mil años unos pastores (gente mal vista a los ojos de sus contemporáneos) son las primeras personas en enterarse del nacimiento del Mesías…
• 8.- Hoy los pobres de espíritu y de cartera, los que nadie escoge, siguen siendo los escogidos y enchufados de Dios.
• 9.- Hace más de dos mil años un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre fue la señal para descubrir a Cristo…
•10.- Hoy, a pesar de las señales tan apetecibles y consumistas que siguen habitando nuestro mundo, la única señal para encontrar al Niño sigue siendo la pobreza de corazón.
• 11.- Hace más de dos mil años una estrella condujo a los sabios de oriente adonde estaba el Niño…
• 12.- Hoy son tantas las estrellas en forma de insolidaridad y egoísmo que la única estrella verdadera: la palabra de Dios sigue siendo, año tras año, la gran olvidada.
Hace más de dos mil años Jesús, al nacer, te envió el mejor de los regalos: se hizo uno de los tuyos…
Hoy, estas navidades, está a tu alcance dar la gran campanada empezando a vivir y a sentir en tus propias carnes a un Dios niño, a un Dios amigo, a un Dios compañero de camino… ¿Te atreves? ¡No te arrepentirás!
Nota: FROZEN es una bella parábola de Navidad, tiempo en que se nos entrega el Espíritu en la forma de un Niño que «infunde calor de vida en el hielo» (Ven, Espíritu Santo).