Pregón pascual (Sólo tú puedes darle vida)
Amiga, amigo:
Mientras sigas llorando o, mejor dicho, lloriqueando en el sepulcro…
Mientras sigas esperando la aparición de un fantasma y no la de un Amigo…
Mientras sigas buscando las llagas de Cristo en una estatua, en una imagen, en una obra de arte…
Mientras sigas considerando la resurrección de Cristo simplemente como un hecho histórico…
Mientras sigas oyendo tu nombre de labios de Cristo y acudas inmediatamente al otorrino o, quién sabe, al psiquiatra…
Mientras sigas conjugando el verbo resucitar en pasado y en tercera persona del singular…
Mientras sigas encerrando a Cristo vivo en un templo, en un libro o en una cajita por muy sagrada que sea…
Mientras sigas viviendo la resurrección de Cristo con “las mismas pintas” de siempre…
Mientras sigas haciendo únicamente teología de Cristo resucitado…
Mientras sigas rodeando a Cristo y dándole largas, que, por cierto, está vivo y se hace presente, sobre todo, en las cunetas del mundo…
Mientras sigas llenándote la boca y no el corazón con la resurrección de Cristo…
Mientras sigas necesitando ver para creer y no creer para ver…
Y mientras acabes de leer este texto y tu vida siga igual…
Te doy mi más sentido pésame, pues te comunico que sigues estando muerto en vida…
Amiga, amigo:
¡Cristo vive, Cristo ha resucitado!… ¡Atrévete a resucitar!