Nuestras fiestas Patronales
Tomás Lozano Rivas2012-09-10T19:26:00+00:00
Con la presencia viva de nuestra Patrona la Virgen, en la advocación del Carmen, y de nuestros paisanos los santos Juan de Ávila y Juan Bautista de la Concepción celebraremos las fiestas de nuestra ciudad.
Este año con un motivo más de alegría: la declaración de San Juan de Ávila doctor de la Iglesia universal, el día 7 de octubre en Roma. Motivo de sano orgullo para nuestra ciudad y para toda la Iglesia.
Celebraremos, con la gracia de Dios, nuestras fiestas patronales. La fiesta y el buen humor, la alegría y la convivencia fraternal son unas características del buen creyente, que, siempre y a pesar de los pesares, tiene un motivo interior de ilusión y esperanza que trascienden cualquier situación triste o dolorosa. Para un buen creyente la vida, cada día es una fiesta, que culmina con la fiesta para siempre.

De este magisterio del amor se originó en el santo Maestro Ávila un desprecio grande del mundo, sus dignidades y aumentos, teniéndolas todas por un peligroso engaño.
"¡Oh soberano Señor, y cuan sin excusa has dejado la culpa de aquellos que, por buscar deleite en las criaturas, te dejan y ofenden a ti, siendo los deleites que en ti hay tan de tomo, que todos los de las criaturas que se junten en uno, son una verdadera hiel en comparación de ellos!
Se aproximan las fiestas de Septiembre, días anhelados por los jóvenes de Almodóvar del Campo durante todo el año, momentos de disfrute en los que la ALEGRIA juega un papel fundamental, nueve días en los que "lo externo " nos hace sentir bien, y en muchas ocasiones una sensación de vacío, de pena y tristeza tras esos días de gozo…
Felices quienes pueden ver y valorar los pequeños-grandes milagros que se producen cada día en nuestro mundo, desde el amanecer hasta la puesta de sol.
“No abandones nuestra villa”
El título de "Maestro Ávila" ha sido muy frecuente en el pasado para nombrar al Santo de la Mancha. Este título es un grado académico muy semejante al de doctor. Pero en el caso de nuestro santo significaba, además, la autoridad indiscutible y muy extendida por España y también en algunas naciones europeas y latinoamericanas. Dicen que en la universidad de Granada consiguió este título por los años 1536-1537. Antes había cursado estudios en Salamanca y Alcalá. Estamos ante un sabio en el pensamiento religioso, un experto en las ciencias sagradas.